Los glaciares del Himalaya albergan unos 600.000 millones de toneladas de hielo. Desde el año 2000 los glaciares del Himalaya han perdido casi medio metro de hielo al año, el doble que en el periodo de 1975 a 2000.
La crisis climática está causando un incremento alarmante de la temperatura global, lo cual impacta de muchas formas en los ecosistemas del planeta. Los glaciares y casquetes polares resultan fuertemente impactados por este cambio, lo que produce un retroceso constante y acelerado de los hielos, con diversas consecuencias para el ambiente. Los glaciares del Himalaya contienen alrededor de 600.000 millones de toneladas de hielo y, según los registros, desde el año 2000 están perdiendo medio metro de hielo al año, duplicando la perdida registrada en el periodo 1975-2000. Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances indica que los glaciares han perdido una cuarta parte de su masa en los últimos 40 años.
Para la realización del estudio se analizaron los cambios de los últimos 40 años en la región gracias a las imágenes obtenidas por el satélite espía estadounidense KH-9 Hexagon, conocido como Big Bird, realizadas durante la Guerra Fría y desclasificadas en 2011, junto con otras, más actuales, proporcionadas por la NASA en India, China, Nepal y Bután. “Esta es la imagen más clara hasta la fecha de lo rápido que se están derritiendo los glaciares del Himalaya en este intervalo de tiempo, y por qué razones”, indica Joshua Maurer, primer autor del trabajo e investigador en el Lamont-Doherty Earth Observatory de la Columbia University (EE UU).
Para este estudio se analizaron 650 glaciares de la región, los cuales representan un 55% del volumen total de hielo contenido en el Himalaya. Los resultados indican que de la masa de hielo total presente en la zona en 1975, el 87 % se mantuvo en 2000 y el 72% en 2016. Es decir, que los glaciares del Himalaya habrían perdido en las últimas cuatro décadas una cuarta parte de su masa.
El deshielo de los últimos años representaría una pérdida anual de 8.000 millones de toneladas de agua, el equivalente a 3,2 millones de piscinas olímpicas. El derretimiento podría afectar a unos 800 millones de personas, que dependen de la escorrentía estacional para la irrigación, la energía hidroeléctrica y el agua potable. Además del aumento de temperaturas, el trabajo sugiere que los cambios en la precipitación, que disminuye en algunas zonas y aumenta en otras, podrían estar influyendo en la zona. Los científicos añaden otro factor: la quema cada vez mayor, por parte de los países asiáticos, de combustibles fósiles y biomasa que envían hollín a la atmósfera. Gran parte de esta ceniza aterriza en superficies glaciares nevadas, donde absorbe la energía solar y acelera el deshielo.
Para la realización del estudio se creó un sistema automatizado que convirtió las imágenes de la cinta espía en modelos 3D. Estos mostraron las alteraciones de altitud a lo largo del tiempo. Los datos se compararon después con las imágenes obtenidas a partir del 2000 con satélites más sofisticados, que transmiten directamente los cambios de altitud.
Abel Sberna

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