Los usuarios de Tierra del Fuego de la plataforma de streaming Netflix estallaron en las redes sociales después de recibir un correo electrónico de la empresa informando que a partir del 27 de Junio, comenzaría a aplicarse el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la tarifa del servicio, cumpliendo con la Ley 27.430 y con el Decreto 354/18.
Vale la pena recordar que los habitantes de la provincia se encuentran exentos del pago del mencionado impuesto a raíz de la vigencia de la Ley Nacional 19.640. El IVA es un tributo indirecto que recae sobre el consumo. Son varios los países de América y de Europa que cuentan con un impuesto de estas características. En Argentina, es el 21%.
Los consumidores de contenidos on-demand se comunicaron con los servicios de atención al cliente de Netflix con el objetivo de evitar el cobro de un impuesto que a los habitantes de Tierra del Fuego AIAS, no les corresponde pagar. La respuesta de los interlocutores fue que el Gobierno Nacional implementó un nuevo impuesto a los servicios digitales, pero adelantaron que no será la empresa quien lo cobrará, por lo que instaron a los usuarios a trasladar la inquietud hacia los agentes financieros mediante los que realizan el pago mensual del servicio.
En efecto, la resolución de AFIP que hace efectiva la aplicación de la norma establece en su segundo artículo que “cuando las prestaciones de servicios digitales aludidas en el artículo precedente sean pagadas a sujetos residentes o domiciliados en el exterior, que integren el Apartado A del Anexo II de la presente, por intermedio de entidades del país que faciliten o administren los pagos al exterior, éstas deberán actuar en carácter de agentes de percepción y liquidación del impuesto (2.1.) e ingresar el monto correspondiente a esta Administración Federal, en tanto los prestatarios (2.2.) no revistan la calidad de responsable inscripto en el impuesto al valor agregado”.
Entonces, quienes usufructúan Netflix consultaron con los diferentes agentes financieros -es decir, las tarjetas de crédito mediante las que realizan cada mes el pago del servicio. Recién luego de esa comunicación pudieron descartar la horrible sospecha vinculada con pagar un 21% más un servicio que se abona en dólares, en momentos en los que la divisa atraviesa una inestabilidad dramática. De todas formas, hay que estar atentos a la próxima factura.
Lo insólito de todo esto es que toda esta tensión fue generada por la propia compañía al enviar ese maldito mail que disparó varias llamadas telefónicas y alguna que otra despotricada en redes sociales. Es insólito porque Netflix tiene la capacidad de sugerir a los usuarios series y películas de su plataforma en función de los gustos que evidencia cada consumidor, pero parece no ser capaz de distinguir, en dónde viven cada uno de ellos.
De todas formas, nada impide que la empresa realice un incremento de tarifa para compensar el 21% que deberá tributar al Estado.
Luz Scarpati
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