La sanjuanina de 60 años que encontró en el agua fría un camino de vida se prepara para nadar en la Patagonia
En Lago Posadas, Santa Cruz, se viene un nuevo capítulo para la natación en aguas abiertas. Entre quienes ya se preparan está Beatriz Lund, una mujer de San Juan que a los 60 años decidió que la edad no sería un límite. Su vida se organiza alrededor del deporte, pero sobre todo alrededor de un propósito: mantenerse activa, independiente y conectada con la naturaleza.
“Soy una sanjuanina que le gusta hacer deportes”, cuenta en diálogo con El Rompehielos. “Practico trekking de montaña, triatlón, mountain bike, yoga, musculación… y la natación en aguas abiertas, que apareció hace tres años como consecuencia de una lesión. Esa lesión me impidió seguir con la carrera pedestre y la bicicleta de manera exigente, pero me abrió la puerta al agua fría”, explica.
La rutina de Beatriz está marcada por la actividad física. “Todos los días hago uno, dos o tres deportes. Lo hago por salud física y mental. Todo lo que haga hoy se verá reflejado en una mejor calidad de vida en mi vejez. Apunto a eso: cuando sea viejita quiero abastecerme yo misma, no depender de nadie, tener independencia”.
Hay una realidad en la que coinciden muchos que realizan la disciplina. Y es que el agua fría no se enfrenta sin preparación. “Mis entrenamientos se basan en tres días de pileta más nado en aguas abiertas los fines de semana y feriados. Además, me sumerjo en una pileta con hielo dos o tres veces por semana, y el tiempo de exposición depende de la temperatura del agua”, cuenta.

Foto: Maximiliano Huyema/ Diario La Provincia SJ.
La otra ‘pata’ importante, es entender que no todo es físico. Beatriz explica que “la mente juega un papel crucial. La visualización ayuda a generar confianza. La natación en aguas frías puede resultar estresante, y por eso hay que aprender a controlar el estrés y la ansiedad. La respiración profunda, la meditación y el yoga ayudan mucho. En mi caso, como vivo en una zona templada, la preparación a temperaturas muy bajas fue mi prioridad. La preparación psicológica pesó mucho más que la física. Hice sesiones de hielo y en cámara frigorífica casi todos los días el último mes de entrenamiento”.
También es muy importante el equipo que la acompaña. “Tengo un entrenador de natación, uno de musculación, un cardiólogo, nutricionista y un coach. Y cuando nado en San Juan me acompañan guardavidas. La natación es un deporte individual, pero el compañerismo es fundamental”, explica. “Entre nadadores nos apoyamos, nos vigilamos, compartimos el esfuerzo y el entorno. Eso te da seguridad y hace que todo sea más rico”.

El cruce en la Patagonia
El Lago Posadas será una experiencia inédita para Beatriz. “Es la primera vez que voy a ir. Tengo entendido que es imponente por su belleza, con vientos moderados a fuertes, temperaturas ambientes bajas y un agua muy fría. Es un lugar agreste, virgen, con gran potencial turístico”.
Para conocer más de este desafío, Beatriz cuenta que lee sobre el destino, “para poder visualizarme nadando en el lago”. Y lo hace, además, con un compromiso ambiental. Porque ella considera que “poner el cuerpo en un desafío de aguas abiertas es un acto de valentía y respeto. Nos exponemos a corrientes, olas, fauna marina, y por eso se necesita una conexión especial con el entorno. En Santa Cruz son muy estrictos en recordarnos que no podemos sumergir elementos que contaminen los lagos. Ese cuidado del medio ambiente es fundamental”.



Este evento tan esperado y por el que muchos van a llegar a Lago Posadas por primera vez, sin duda será una ventana más que importante para posicionar a la localidad como un destino deportivo y turístico. Beatriz lo vive además, como una oportunidad de transmitir un mensaje. “La edad no tiene límites y mucho menos para disfrutar de la naturaleza. Mientras hay vida, hay posibilidad de hacer lo que a uno le guste. Los límites están en la cabeza. Es cuestión de voluntad y de disciplina”.
Y concluye con una invitación que parece escrita para cualquiera que sueñe con intentarlo: “Si querés vivir emociones y experiencias distintas, empezá haciendo cosas distintas. No es fácil, pero tampoco imposible. Todo, todo en la vida se puede”.
El encuentro en Lago Posadas se realizará el 11 de octubre en el marco del aniversario de la localidad y en coincidencia con los 100 años del club Hispano Americano.
El Rompehielos
