Cincuenta y dos organizaciones no gubernamentales ambientalistas manifestaron su “más profundo rechazo” al discurso del presidente Javier Milei alentando a los gobiernos provinciales a avanzar en la explotación de los recursos naturales sin contemplar las consecuencias ambientales.
Durante la firma del “Pacto de Mayo”, realizada en la madrugada de este 9 de julio en la Casa Histórica de Tucumán, Milei dijo que “Dios bendijo a nuestra tierra con una riqueza enorme en recursos naturales. Nos dio la posibilidad de que en cada rincón de la Patria los argentinos puedan crear riqueza y desarrollar sus vidas de manera digna, pero los políticos han escuchado más las demandas de minorías ruidosas y organizaciones ambientalistas financiadas por millonarios extranjeros, que las necesidades de prosperar que tienen los argentinos”.
“Nosotros venimos a cambiar eso, a dejar atrás la demagogia buenista que condena a la miseria a millones de argentinos para tener el beneplácito de unos pocos acomodados”, sentenció el Mandatario.

Acompañaron al Presidente en la capital tucumana los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Leandro Zdero (Chaco), Ignacio Torres (Chubut) y Martín Llaryora (Córdoba). También Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones) y Rolando Figueroa (Neuquén). Asimismo, estamparon su firma Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), además del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
La declaración de las Organizaciones
Las organizaciones aquí firmantes manifestamos nuestro más profundo rechazo al discurso del presidente de la Nación, Javier Milei, en ocasión de la firma del denominado Pacto de Mayo, en el que instó a los gobiernos provinciales a avanzar en la explotación de los recursos naturales sin contemplar la dimensión ambiental ni las demandas de las comunidades locales y de las organizaciones de la sociedad civil.
Las palabras del presidente y el texto firmado por las autoridades provinciales (punto 7), van a contramano del mandato constitucional, que garantiza a todos los argentinos el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, y que establece el deber de las autoridades a proveer a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica y a la información y educación ambiental.
El presidente manifiesta públicamente que promover el desarrollo de actividades productivas sin ningún tipo de control y de regulación ambiental redundará en la generación de riqueza; premisa ya superada hace más de cincuenta años en todo el mundo debido a los impactos negativos que genera la destrucción de los ecosistemas en la calidad de vida de la población, y a la manera en que obstruye el desarrollo productivo de las naciones. La explotación descontrolada de los recursos naturales genera más pobreza y demanda más recursos del Estado para paliar las crisis sociales y ambientales que ocasiona.
Las afirmaciones del presidente suponen, además, un mundo que ya no existe. La inserción del país en el escenario internacional implica una mayor responsabilidad en términos sociales y ambientales, debido a los requerimientos y obligaciones establecidos en acuerdos bilaterales y en tratados multilaterales y a los requisitos para acceder a membresías de grupos de países. No es posible pensar hoy el desarrollo de un país sin considerar la huella social y ambiental del aprovechamiento de los bienes que este ofrece al mundo.
El Pacto de Mayo firmado en la Casa Histórica de la Independencia en Tucumán debe marcar un camino en favor de la concordia y la unidad nacional y dejar de lado enemistades innecesarias. Lamentablemente, la mención a las “minorías ruidosas” y la calificación de las organizaciones ambientalistas como adversarios del progreso marca un rumbo equivocado en tal sentido.
Los defensores del ambiente en los territorios juegan un papel clave en la protección del suelo, el agua, la biodiversidad, los bosques nativos, los glaciares, los humedales, los ríos, el mar, las turberas, los acuíferos, las montañas, los paisajes, los valores culturales y la naturaleza. Sin estos ecosistemas, sin ambiente, no hay progreso posible.
De igual forma, las organizaciones ambientales han tenido y tienen un rol preponderante en la creación de nuevos Parques Nacionales, reservas naturales y áreas protegidas, colaborando así en la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural. Además, las organizaciones no gubernamentales son componentes legítimos de la sociedad civil en las democracias modernas de todo el mundo.
A 40 años de la recuperación democrática y a 30 años de la última reforma constitucional, Argentina necesita un pacto social y ambiental. Pero no cualquier pacto, sino uno que proponga vivir en armonía con la naturaleza y que nos lleve a un verdadero desarrollo, que contemple a las generaciones presentes y también a las generaciones futuras que heredarán nuestro país y nuestro planeta.
En este marco, reclamamos a las autoridades nacionales y provinciales que se garantice a todos los argentinos su derecho constitucional a un ambiente sano, que se respete y aplique la normativa ambiental vigente, y que se asegure el acceso a la información y la participación ciudadana en materia ambiental”.

Quienes firman
Fundación Hábitat y Desarrollo, Fundación Patagonia Natural, Fundación Banco de Bosques, Fundación de Ambiente y Recursos Naturales, Proyecto Quimilero, Fundación Biodiversidad Argentina, Circulo de Politicas Ambientales, Agencia de Cooperación para el Desarrollo, Fundación Yuchan, Conciencia Solidaria, Natura Argentina, Fundacíon Vida Silvestre, WCS Argentina, Consciente Colectivo, Proyectar ONG, Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS), Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza (ACEN), Aves Argentinas, Fundación AVINA, Fundación Por el Mar (PEM), Jóvenes por el Clima, Fundación Ambiente y Medio, Comunidad Verde, Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Movimiento Los Verdes, Ahora Qué?, Fundación Hora de Obrar, Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM), Fundación Somuncura, Fundación Surfrider Argentina, Fundación Plurales, Sustentabilidad Sin Fronteras, Asociación Civil Futuro, Asociación Civil Isla Verde, Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico, Alianza por el Clima, Somos Red, Red de Mujeres en Diálogo Ambiental, Movimiento Laudato Si, Unidos por Nuestras Acequias, Centro de Políticas Públicas para el Socialismo (CEPPAS), Vicuñas, Camélidos y Ambiente (VICAM), Red de Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir, Asociación Ciudadana por los DDHH, Red Agroforestal Chaco Argentina (REDAF), ONG CeDePesca, Fundación Mil Aves, Instituto Internacional de Medioambiente y Desarrollo (IIED- Latinoamérica), Fundación Cambio Democrático Argentina, Asociación civil Viento Sur Zapala, Comité Nacional Argentino, Asociana, Frente Sindical de Acción Climática (FSAC), Cultura Ambiental Causa Ecologista (CAUCE), Asociación Argentina de Evaluación (ASAE) y la Red Universitaria por la Crisis Climática (RUCC).