“Fue una semana terrible”, se quejó el industrial, mientras se alejaba en la encapotada tarde de ayer, con paso cansino y charlando con otros colegas por la Avenida de Mayo. “Nos dejaron fuera de la Libertadores, perdimos el superclásico y encima nos suben los impuestos y nos bajan 30% el precio del etanol”, enumeró.
Fanático de River, el empresario azucarero de la provincia de Tucumán se repartía entre la broma y el lamento. Acababa de escuchar a los ideólogos de las reformas tributaria y laboral en la sede de la Unión Industrial Argentina (UIA). Había sido parte del roadshow que el Gobierno comenzó la semana pasada, pero que por primera vez llegó a una entidad tan representativa y federal, que agrupa a todos los sectores, los beneficiados por los cambios y los otros, los que ya se consideran perjudicados por las medidas que se discutirán desde el próximo lunes en el Congreso.
En la entidad fabril hubo ayer un fuerte respaldo a las reformas encaradas por el Poder Ejecutivo. Sin embargo, los industriales reclamaron algunos cambios, sobre todo en los impuestos internos, que golpearán a las industrias del azúcar, bebidas alcohólicas (vino, cerveza y otras) y a la electrónica de Tierra del Fuego.
También cuestionaron modificaciones laborales: creen que los incentivos para regularizar sólo llegarán para los mínimos exentos, cuestionan que la alícuota de las cargas sociales para la industria sube (pero para los servicios baja) y que se elimina el crédito fiscal sobre las cargas sociales que hay por zona. Esto generará -dicen- algún sobrecosto por región. “Va a beneficiar a la producción. Con esto [por las reformas] va a haber más inversiones y más empleo”, afirmó en conferencia de prensa Miguel Acevedo, presidente de la UIA.