El Gobierno argentino presentó hoy una queja formal al Reino Unido por los ejercicios militares previstos para semana próxima en la zona de las Islas Malvinas , que incluyen el lanzamiento de misiles Rapier.
Así lo informó oficialmente la Cancillería, al dar cuenta de una práctica habitual del gobierno de Gran Bretaña, que se remonta a 1982, luego de la guerra en el Atlántico Sur, y que periódicamente contribuye a alimentar la tensión entre ambos países.
Se trata de una práctica militar que reúne a los 1500 efectivos que el Reino Unido mantiene en el archipiélago, y en la que participan aviones Eurofighter, unos de los cazas más modernos de las fuerzas británicas, y la batería de misiles de corto alcance que integran la fuerza de defensa instalada en la base militar de las islas, a 60 kilómetros de Puerto Argentino.
La protesta fue presentada hoy por el vicecanciller Daniel Raimondi en una nota entregada en la embajada del Reino Unido.
La queja se sustenta en los operativos programados entre el lunes 30 de octubre y el viernes 3 de noviembre, informaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el Ministerio de Defensa, a cargo de Oscar Aguad , declinaron opinar sobre los ejercicios británicos y remitieron al comunicado de la Cancillería, Ya el año pasado, la Cancillería protestó ante la realización de ejercicios similares y le pidió explicaciones al embajador Mark Kent, quien argumentó que se trata de operaciones de rutina. “La República Argentina rechaza la realización de estos ejercicios en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, los que desconocen resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan a ambos países a reanudar las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía”, advirtió la Cancillería. Reclamó, así, a las autoridades británicas, a “abstenerse de realizar actos unilaterales en los territorios y espacios marítimos bajo disputa”.
El organismo que conduce el canciller Jorge Faurie tomó conocimiento de los ejercicios en el Atlántico Sur a partir de un radioaviso del Servicio de Hidrografía Naval, que anteayer informó sobre el desarrollo del operativo. Advertido de ello, la Cancillería anunció que lo denunciará ante el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, y ante el titular de la Organización Marítima Internacional, el coreano Kitack Lim. Fuentes castrenses recordaron que las operaciones son habituales a esta altura del año, lo que no quita la necesidad de mantener el reclamo ante los foros internacionales. “Son entrenamientos militares en los que se utilizan armamentos con municiones y misiles tierra-aire, de corto alcance, equipados con radares de búsquedas cercanas”, explicó la fuente consultada.
El informe del Servicio de Hidrografía Naval es un radioaviso destinado a proveer de seguridad a buques argentinos y de otras banderas. En estos casos se comunican las coordenadas del área marítima en la que se llevarán adelante los ejercicios. En diálogo con LA NACION, el diputado nacional Carlos Gustavo Roma (Pro-Tierra del Fuego), que integra la Comisión de Defensa y el Grupo Parlamentario de Amistad con el Reino Unido, anticipó que está en elaboración un proyecto de resolución para “cuestionar esta práctica contraria al espíritu de acercamiento entre ambos países”. Roma instó a mantener en alto los reclamos por la soberanía ante los organismos internacionales y dijo que en estos casos corresponde citar al embajador para expresar el malestar. Además del antecedente del año pasado, hace siete meses el gobierno de Mauricio Macri transmitió su “preocupación a la Cancillería por autorizar la realización de escalas en sus aeropuertos de vuelos militares británicos con destino a Malvinas.