“Bitácora de Viaje” es una serie de artículos que cuentan en primera persona las crónicas de navegación del proyecto CAOBA – RUMBO SUR que une Buenos Aires y Ushuaia. Se trata de un proyecto que articula navegación, ecología, socialización y educación, en una experiencia integral a vela.
3/3/2021
La tripulación compuesta por Federico, Pablo y Pablo arribó el 18 de febrero, José ya se encontraba en Ushuaia y estaba incorporado al barco. Ese día se realizaron las compras, preparativos de último momento para poder cumplir el objetivo de partir el 19 a primera hora.
La noche del 18 tuvimos el asado de despedida de nuestros nuevos amigos del club AFASyN, el Tano, Edu, Laura, Raúl y la tripulación del San Patricio con Julio y Daniel se hacen presentes y cenamos en el Ángel B. El hermoso barco para eventos sociales del club.
Partimos a las 6 AM en punto, nuestro objetivo era llegar el 20 a las 4 AM al extremo SE de la península Mitre de la isla de Tierra de Fuego para remontar el estrecho de Lemaire con la estoa y marea subiendo ya que la corriente va de oeste a este en el Beagle y de Sur a Norte con la marea creciente. El cambio de marea ocurría a las 6:22 AM hora de la estoa de la bajamar.
El San Patricio decide salir con nosotros y partimos juntos en la madrugada del 19, los días ya se habían acortado notablemente y las luces del amanecer que a principios de enero se comenzaban a mostrar a las 4 AM recién se dejan ver a las 7 AM.
El Beagle se muestra apacible, vamos a motor a 5 nudos, llegamos a puerto Almanza y hacemos el Paso Guaraní, que ya lo hacía por 5ta vez, si bien ya le tenía la mano no se podía dejar de prestar muchísima atención a la derrota ya que es paso complicado con una determinante de 3 metros y lleno de rocas en las márgenes y en fondo, con algunos pasajes muy angosto (unos 20 metros de ancho). Pero que tiene unas vistas increíbles motive por el cual lo habíamos visitado muchas veces con otras tripulaciones.
Luego visitamos la pingüinera de la isla Martillo, entramos en la bahía de la Estancia Harberton para un último saludo desde el agua, Abby nos saluda desde su huerta orgánica, gran alegría de verla nuevamente y seguimos… el Beagle nos sigue despidiendo apaciblemente, seguimos a motor, recién a la tarde temprano levantamos todo el paño para navegar algunas pocas horas a vela con el viento franco del NW.
El San Patricio sigue a la vista a unas pocas millas y acordamos llegar juntos a la boca del Lemaire.
El atardecer llega tranquilo, el Beagle sigue siendo un lago y nos permite divisar a la distancia, a la altura de la isla Picton y Nueva manadas de orcas? Claramente visibles por los chorros de agua de su respiración.
Tremendo contraste del Beagle, pensar que a la ida ese tramo lo hicimos con vientos de 40 a 60 nudos, que pusieron a prueba la resistencia del barco y la nuestra. Ahora lo hacíamos a motor, en un espejo que nos permitía ver los chorros de la respiración de los cetáceos a varias millas de distancia!!!
Llegamos a la boca del estrecho a las 3 AM, siempre a motor y al no encontrar corriente visible en contra emprendemos la remontada pegados a la costa de Tierra de Fuego hasta llegar a la punta sur de la bahía Buen Suceso momento en el cual, y según el pronostico, el viento rota el N y luego NW para entonces sacar el Yankee, apagar motor y cruzar el Lemaire con rumbo al ansiado destino, la Isla de los Estados, cruzamos con algo de escarceos, una mar algo picada, típica del estrecho, pero que no llega a molestarnos y hacemos entre 7 y 8 nudos sólo con vela de proa.
La isla se presenta sombría, nubes bajas ocultan los altos picos montañosos que la conforman, el amanecer que prometía sol, se nubla y los colores se vuelven plomizos, una sensación extraña nos envuelve, con la tripulación compartimos sensaciones, misterio, amenaza, una naturaleza que se impone…
Arribamos a la caleta Hoppner, nuestro destino previamente acordado a las 11 AM y establecemos 2 líneas de cabos a tierra por las aletas, en la bahía que se encuentra entrando inmediatamente a estribor. Un par de horas mas tarde llega el San Patricio y se abarloa, estableciendo mismo esquema de amarra.
Esa tarde llueve y el cielo se mantiene nublado, los williwaws se hacen presentes y se vuelven una constante a ultima hora de la tarde y por toda la noche, los fondeos y cabos establecidos nos dan tranquilidad y descansamos.
El día siguiente se presenta soleado y mientras parte de la tripulación prepara un asado, Dany del San Patricio nos presta una ayuda invalorable, gracias a él logramos resolver la fuga de aceite que habíamos detectado el día anterior y que tanto me preocupaba.
A las 15 el San Patricio zarpa con el objetivo de fondear en Hoppner interior mientras que nosotros salimos a recorrer la bahía, escudriñamos el angosto paso que comunica ambas bahías que se ve muy angosto y poco profundo pero factible, volvemos a establecernos en el mismo lugar. Luego de analizar las opciones de tiempos disponibles para la singladura de la tripulación, opciones de recorrida por la zona y pronósticos meteorológicos que nos pasan desde el continente decidimos salir a primera hora del día siguiente, 22 de Febrero. Es así como el 22 salimos a las 6 AM para recorrer a un largo la costa norte de la Isla dejando por estribor el archipiélago formado por las islas del Año Nuevo e isla Observatorio… hacemos unas 30 millas hasta llegar al extremo este de la isla, dejar a estribor la punta Laserre e ingresar en la caleta San Juan de Salvamento donde fondeamos en la Ensenada en 6 metros agua y bajamos a tierra con el gomón y establecemos un cabo a tierra. Nuestro objetivo era visitar el mítico faro de San Juan de Salvamento, o también llamado el Faro del Fin del Mundo, inmortalizado por la novela de Julio Verne. Destino ansiado por tantos navegantes de diversas partes del mundo.
Visitamos el faro, que en su interior es un refugio con mantas, garrafa de gas con hornalla y pava, mesa, bancos y que contiene recuerdos dejados por navegantes de todo el mundo. Nos anotamos en el libro de bitácora del faro, dejo los recuerdos que Rubén me había encargado (documentos de su travesía realizada años atrás), cuelgo un banderín del CNSE con los nombres de la tripulación, tomamos cientos de fotos y José prepara una picada espectacular, regada con vino y champán para festejar el logro. Disfrutamos cada momento de la estadía en el lugar y a las 6 de la tarde zarpamos en medio de una fuerte lluvia con destino norte, Caleta Hornos o Puerto Deseado, distantes algunos cientos de millas al norte.
Adelante nos espera el temporal anunciado del W y SW, el costo asumido de habernos quedado a visitar el faro o de no esperar varios días para una ventana de buen tiempo.
Más información sobre el proyecto en www.caobarumbosur.com.ar