Como cada 26 de enero se celebra mundialmente el Día de la Educación Ambiental. En nuestro país, se da en medio de debates cruciales sobre la legislación ambiental.
El 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una efeméride surgida en 1972 con la Declaración de Estocolmo, que reconoció la Educación Ambiental como prioritaria.
Con 58 votos afirmativos y por unanimidad, el viernes 14 de mayo de 2021, el Senado argentino convirtió en ley el Proyecto para la Implementación de la Educación Ambiental Integral. La iniciativa había sido presentada por los ministros de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, y de Educación, Nicolás Trotta, ante el Congreso como una de las 4 acciones del Plan de Políticas Ambientales del Gobierno nacional, y busca promover la formación en asuntos ambientales en distintos niveles.
Por 215 votos positivos, 7 negativos y 18 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado un proyecto de ley para implementar la Educación Ambiental Integral (EAI) en todo el país.
La nueva Ley de Educación Ambiental se basó en 3 normativas preexistentes: la Constitución nacional, cuya reforma en 1994 estableció que las autoridades deberán garantizar “la información y educación ambientales”; la Ley General del Ambiente, sancionada en 2002 que promueve “cambios que posibiliten el desarrollo sustentable, a través de una educación ambiental”; y, más acá en el tiempo, la Ley de Educación Nacional de 2006 la cual dispone que el Ministerio de Educación, junto al Consejo Federal de Educación (CFE), disponga “las medidas necesarias para proveer la educación ambiental en todos los niveles y modalidades”.
En abril del año 2021, la provincia de Santa Cruz adhirió a la Ley 27592, conocida como Ley Yolanda, que busca garantizar la formación integral en Ambiente, con énfasis en el desarrollo sostenible y cambio climático, estableciendo la capacitación obligatoria en desarrollo sostenible y ambiente para todos los niveles y jerarquías de la función pública.
La Secretaría de Estado de Ambiente sería quien coordinaría las acciones para cumplir con los objetivos de la ley. Hasta el momento, aún no se ha logrado implementar y es una deuda pendiente que hoy toma relevancia, en medio de la polémica ante el tratamiento del proyecto de ley conocido como Ley Ómnibus, generando inquietud y preocupación entre más de 100 organizaciones ambientales.
Este año, el Día Mundial de la Educación Ambiental coincide con la polémica generada por el “Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, conocido como Ley Ómnibus. Más de 100 organizaciones ambientales expresaron su profunda preocupación, señalando que el proyecto supone serios retrocesos en la legislación ambiental lograda “consensuada lo largo de los años”. Y es que, la sociedad argentina ha dedicado tiempo y esfuerzo al desarrollo de un importante marco normativo y las organizaciones habían pedido una ampliación de giros de comisión para un análisis más detenido del proyecto. Cuestión que no pudo darse, ya que el pasado martes, finalmente, el Ejecutivo consiguió las firmas que necesitaba para girar definitivamente el proyecto al Congreso.
En este contexto particular, el Día Mundial de la Educación Ambiental en Argentina, adquiere un matiz especial. Mientras se celebra el compromiso con la formación ambiental, se encienden las alarmas frente a posibles retrocesos legislativos.
El debate sobre la Ley Ómnibus resalta la importancia de preservar los logros ambientales alcanzados y de continuar trabajando hacia un desarrollo sostenible, basado en la equidad y respeto por la diversidad biológica y cultural. Nada más y nada menos, que para cuidar nuestra “Casa Común”.
Daniella Mancilla Provoste