El año 2017 arrojó la cifra de 207 asesinatos de militantes por la defensa del ambiente natural. Son personas de todo el mundo que perdieron la vida por proteger sus hogares, sus recursos y su tierra

La lucha entre el supuesto progreso, manifestado por la sobreexplotación de recursos, el deterioro del ambiente y el avasallamiento de los derechos humanos, y las poblaciones que buscan preservar sus hogares, recursos y estilo de vida, se da cada día en todos los rincones de nuestro planeta. La constante puja entre los intereses económicos y políticos, y los derechos a una vida digna de los habitantes de La Tierra muchas veces conduce a escaladas de violencia que tristemente suelen terminar con la perdida de las vidas de los más desprotegidos, aquellos que enarbolan las banderas de la defensa del ambiente y no cejan al enfrentarse con grupos económicos que detentan un gran poder, influencias políticas y muchas veces impunidad.

Global Witness es una ONG que trabaja desde el año 1993 para acabar con los asesinatos de los defensores de la tierra y el medio ambiente que arriesgan su vida para proteger bosques y ríos, así como a las comunidades locales. Esta organización lleva adelante campañas globales contra los conflictos y la corrupción relacionados con los recursos naturales, así como contra las violaciones de los derechos ambientales y los derechos humanos asociados a estos. Parte del trabajo de Global Witness implica la triste tarea de llevar adelante un conteo anual de las vidas de defensores de La Tierra perdidas en asesinatos relacionados con conflictos ambientales. Según sus cifras, el año 2017 ha marcado un nuevo record con 207 asesinatos, superando los 200 registrados en el año 2016. Según la organización se trata del peor año del cual se tiene registro.

El informe publicado el pasado 24 de julio destaca que entre los asesinados se hallan líderes indígenas, activistas comunitarios y ecologistas, que han perdido la vida “al intentar proteger sus hogares y comunidades de la minería, la agroindustria y otros negocios destructivos“. En su sitio web, la organización sin fines de lucro expresa que “paralelamente a la expansión de la agroindustria, la tala de bosques tropicales y la generación de grandes ganancias para las principales corporaciones mundiales producto de la minería, se dan ataques cada vez más brutales contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente”.

Desde Global Witness aclaran que esta cifra solo refleja los casos que han tomado conocimiento público, pero admiten que la cifra real puede ser mucho mayor, debido a que existen graves limitaciones de acceso a la información. En el informe expresan que el asesinato es el ejemplo “más atroz de una serie de tácticas utilizadas para silenciar a las personas defensoras“, incluyendo amenazas de muerte, arrestos, intimidación, ciberataques, agresión sexual y demandas judiciales.

En su sitio web la ONG explica que si bien a medida que la cantidad de asesinatos aumenta, algunos gobiernos, empresas y organizaciones intergubernamentales han empezado a reconocer la gravedad de la situación “su discurso y sus promesas aún tienen que traducirse en políticas convincentes y cambios concretos, con el resultado de que las personas defensoras siguen temiendo por sus vidas”.

Global Witness hace un llamado desesperado incitando a los gobiernos a interceder para terminar con la violencia e injusticia que cada año se cobra cientos de vidas de quienes menos posibilidades de defenderse tienen. “Activistas locales están siendo asesinados, mientras los gobiernos y las empresas priorizan la obtención de ganancias rápidas sobre la vida humana. Muchos de los productos que surgen de este derramamiento de sangre pueden encontrarse en los estantes de los supermercados. Las valientes comunidades que se enfrentan a los funcionarios corruptos, a las industrias destructivas y a la devastación ambiental, son brutalmente silenciadas. Basta ya”.

Podes acceder a través de éste enlace al informe completo en español.

 

Abel Sberna

 

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