Casi como un obsequio, las temperaturas del pasado fin de semana en la comarca del Lago Buenos Aires, fueron ideales para lo que fue el Encuentro de Senderismo que reunió a más de 100 participantes de distintos puntos del país, entre ellos Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Río Gallegos, Perito Moreno, Los Antiguos, Río Negro y Buenos Aires.

Los senderistas recorrieron los cañadones y el Centro de Interpretación y Planetario Elsa Feher Rosenvasser, exploraron los senderos del parque y la imponente Cueva de las Manos. Además, participaron en charlas sobre la naturaleza y el parque.

Con buen ritmo, tuvieron la oportunidad de caminar alrededor de 15 km por día, acompañados por guías locales, mientras aprendían sobre la rica historia, geología y biodiversidad de la región. Para los aventureros, el recorrido más extenso fue de 24 km. Además de las caminatas, los asistentes se maravillaron con la imponencia del paisaje, incluyendo los majestuosos cañadones y las huellas dejadas por los antiguos habitantes de la zona en la Cueva de las Manos.

Una participante entusiasta de Buenos Aires, Eleonora Segura, compartió su experiencia: “Desde que se formó el Parque Patagonia, tenía ganas de visitarlo con un grupo de amigos ciclistas. Este año finalmente lo logramos y fue espectacular. El parque superó todas nuestras expectativas. Cada sendero era más hermoso que el anterior, y la organización del evento fue excelente. Conocer el lugar con guías locales le dio un toque especial y auténtico a la experiencia”.

Eleonora es una licenciada en sistemas que trabaja en educación virtual y realiza trabajo remoto desde 2003 para empresas de todo el mundo. En este viaje a Parque Patagonia, quedó impresionada por su belleza y aun cuando visitados lugares famosos como el Gran Cañón, encontró que Parque Patagonia era “igual de espectacular, si no más”. “Yo había visto fotos, había escuchado anécdotas del Cañadón, pero cuando lo vi fue, ¡guau! Yo tenía una expectativa, pero llegué dije, ¡hay, mucho más! Y lo que me pasaba es, a medida que avanzaba en el camino, cada cosa que veía era mejor que la anterior. Pero, ¡qué lindo esto! Ah, pero esto es más lindo que lo anterior, y esto es más lindo que lo anterior. Bueno, y así me fue pasando”, cuenta entusiasmada.

Uno de los momentos que seguramente perdurará en el recuerdo, fue el encuentro con el amo de los cielos patagónicos. El grupo había llegado a la cima del cerro Amarillo, cuando fueron advertidos por la presencia de un cóndor, que podían observar desde arriba. “Estábamos comiendo y al principio vimos uno, después otro, y otro…  nos paramos a mirarlos. Desde arriba podíamos verlos volar e identificar sus colores, sus collares blancos. Después vimos que se acercaban más, yo conté hasta diez. La sensación fue muy emocionante”, relata. De hecho, pudieron luego constatar que esos eventos, de tan numerosa presencia de cóndores, no son habituales.

“Estar acá, es ser parte del lugar”, cuenta Eleonora, que también destaca la variedad de opciones para hospedarse. “Podés estar en la hostería, o el en camping, que es más informal. Disfruté de ver la gente alrededor del fuego, charlando, cantando”.

Los senderistas recorrieron los impresionantes paisajes de la región, explorando una serie de senderos, como el Cañadón Pinturas hasta la mística Cueva de las Manos, recorrieron el sendero de La bajada de los Toldos, La Vertiente, La Guanaca, Tierra de Colores y Los Balcones, absorbiendo la belleza natural y la serenidad de la estepa. Además de los senderos de acceso libre y abiertos todo el año, la experiencia se enriqueció con la inauguración de temporada de los campings, el almacén de campo y proveeduría La Señalada, así como la acogedora hostería La Posta de los Toldos, que proporcionaron comodidad y calidez a los aventureros, creando recuerdos imborrables en medio de la majestuosidad de la naturaleza.

“Lo que estoy vivenciando es maravilloso”, contaba Guillermo Peano, otro apasionado senderista que viajó desde Bolsón. “El lugar, la gente, la pasión que tienen por la Patagonia, todo es increíble. Me impacta la imponencia del lugar, los cañadones, la formación, el origen de todo esto y principalmente el significado de este lugar para toda la Patagonia, porque ahí están insertas las impresiones de quienes nos antecedieron”.

Guillermo adaptó una camioneta con un camper que él mismo fabricó. “Esto tiene que ver con tal vez con el espíritu de aventura y en mi caso me propuse conocer hasta el último rincón de la Patagonia mientras pueda hacerlo, así que la camioneta y el camper tiene ese fin de poder ir a lugares inhóspitos”. Preparado para sortear distintos desafíos en esa travesía, preparó el camper para que lo acompañe en su espíritu de aventura.

“Me voy maravillado por esta experiencia y por la conexión que sentí con los antiguos habitantes de este sitio”. “Creo que es maravilloso el lugar, la gente que propone esto, el laburo que hacen, no le cabe otra palabra, aparte nada, la perfecta organización que hubo, es increíble. Acá hay algo más que un espíritu de un simple grupo de gente que decide hacer algo: acá hay esencia, acá hay ganas, acá hay amor y acá hay pasión por la Patagonia”.

El evento fue un éxito rotundo, destacando la belleza natural del Parque Patagonia y la pasión de los participantes por explorar y preservar este tesoro natural.

Daniella Mancilla Provoste

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