La creación del Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul podría marcar un hito en la protección de los fondos marinos de Argentina, ecosistemas que cumplen un rol clave para la vida en el mar y en la tierra. Esta área protegida es un primer paso para el cuidado integral del área frente a todas las amenazas potenciales asociadas a actividades humanas, en especial poniendo un freno a la explotación descontrolada que opera en el área por parte de flotas pesqueras internacionales de arrastre de fondo. El proyecto de ley ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y luego de las sesiones informativas en curso, deberá tratarse en el Senado antes de fin de año para no perder estado parlamentario.

Este martes 10 de septiembre se desarrolló una reunión informativa en el Senado Nacional, donde diversas voces se pronunciaron a favor del proyecto de ley para la creación del Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul (www.agujeroazul.com.ar), de 148.000 km2 sobre la plataforma continental extendida argentina. Buscan resguardar el valioso ecosistema que habita en los fondos marinos, que es sometido a una intensa presión pesquera por parte de la pesca internacional de arrastre de fondo y que se expone a potenciales amenazas futuras, como la minería profunda y la explotación hidrocarburífera offshore. Por otro lado, en el área yacen los restos del Submarino “ARA San Juan” y su tripulación de héroes argentinos.

 
“Si queremos conocer y entender el Agujero Azul tenemos que ir hacia las profundidades del mar, para descubrir lo excepcional de sus ecosistemas y la belleza de sus especies”, introdujo Valeria Falabella, Directora de Conservación Costero Marina de WCS Argentina, representando a las organizaciones del Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia. Falabella describió que los fondos del área son hábitat de una gran diversidad de especies, como arrecifes de corales, erizos, estrellas de mar, campos de esponjas y crustáceos. También se refirió al sistema de cañones submarinos que funcionan como rutas de transporte de nutrientes, refugio y área de reproducción de una gran diversidad de especies. Los ecosistemas marinos vulnerables y los cañones submarinos forman parte del ciclo virtuoso del mar en su rol para el secuestro de carbono, clave en la mitigación del cambio climático.

“La zona del frente del talud continental son 1.500 kilómetros de extensión absolutamente productivos y el Agujero Azul es ejemplo de eso. Todo el frente del talud mantiene un ecosistema marino increíble y su energía alimenta a toda la plataforma submarina”, agregó Silvia Romero, doctora en Oceanografía Física de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Barcos arrastreros en el Agujero Azul. Crédito: Valeria Falabella – WCS Argentina.

El proyecto de ley logró media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación el 5 julio de 2022, pero luego no obtuvo más avances en el Senado y corre el riesgo de perder estado parlamentario a fines de 2024. La reciente reunión plenaria en el Senado fue convocada por la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, presidida por Edith Terenzi, senadora nacional por Chubut de Cambio Federal, junto a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por Ezequiel Atauche, senador nacional por Jujuy de La Libertad Avanza.
 
Se prevé una próxima reunión informativa dentro de 10 días, donde habrá nuevos expositores y argumentos, con el fin de lograr prontamente el dictamen positivo por parte de estas comisiones del Senado para que luego la ley pueda ser tratada antes de que pierda estado parlamentario. “Nuestro compromiso es que este proyecto llegue al recinto, que no dejemos caer la media sanción de Diputados que es la responsabilidad más grande que tenemos”, enfatizó la senadora Terenzi.
 
Una oportunidad única para proteger el mar argentino
 
Esta área denominada “Agujero Azul” abarca 148.000 km2 y se encuentra a la altura de las provincias de Chubut y Santa Cruz, pasadas las 200 millas marinas desde la costa. En esa zona las aguas de altamar son internacionales y por eso la pesca internacional puede operar sin ningún control; sin embargo, desde 2019 el lecho marino es considerado territorio nacional (Ley 27.557) habilitando la soberanía argentina para protegerlo. “El proyecto marca la pertenencia de ese territorio para nosotros, que sea zona de ciencia y de paz”, sostuvo Graciela Camaño, ex diputada nacional y autora del proyecto de origen en la Cámara de Diputados, quien enfatizó que “si alguien tiene que proteger el área somos nosotros porque no es un tema menor, es marcar nuestra soberanía”.

“Esta ley es una gran oportunidad de empezar a trabajar en la gobernanza de esa zona que actualmente está siendo explotada por la pesca internacional sin control”, señaló Falabella, representante de WCS Argentina, organización que trabaja en la conservación de la naturaleza en el país desde hace 60 años. Durante su presentación mostró que el Agujero Azul enfrenta una intensidad de pesca descomunal con “más de 200.000 horas de arrastre anual en esa zona y picos de 500 barcos”.
 
“Consideramos de gran relevancia este proyecto, que pone el foco en el ambiente y la pesca. Entendemos que pueden coexistir nuestros objetivos medioambientales con los demás objetivos del país. Esta reserva marina está dispuesta en un lugar estratégico”, introdujo el senador Ezequiel Atauche.
 
Por su lado, Mariano Aguas, politólogo especialista en temas de política antártica y ambiental, y director del Observatorio de la Universidad de Palermo sobre Cambio Climático y Antártida, comenzó su presentación preguntándose por qué sostener un área marina protegida en el Agujero Azul, a lo que respondió enfatizando “porque podemos, porque estamos proyectando poder. Cuando Argentina como país se comporta de esta manera está diciendo cosas en el ambiente internacional referidos a la legitimidad política”, y agregó que “una política ambiental positiva no sólo sostiene un bien público, también proyecta y construye consensos en las relaciones internacionales”.
 
La última disertación estuvo a cargo de Valeria Carreras, abogada y representante legal de algunas de las familias de los héroes del ARA San Juan. “Ahora no es momento de bajar al fondo del mar porque no hay fondos, pero preservémoslo para el futuro y así podamos decir que hubo una ley para proteger los recursos y también la historia. Mirar al pasado, a esa zona que se abre como proteger y acobijar, y para recordar todo lo que hizo la República Argentina para cuidar todos nuestros recursos porque los recursos son soberanía”, concluyó.

El proyecto de creación del Área Marina Protegida Bentónica “Agujero Azul” es impulsado por las principales organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la conservación marina en la Argentina, entre ellas, AquaMarina, Aves Argentinas, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Fundación Cambio Democrático, Fundación Patagonia Natural, Fundación Temaikèn, Fundación Vida Silvestre Argentina, Global Penguin Society, Greenpeace Argentina, Instituto de Conservación de Ballenas, ProyectoSub y WCS Argentina.

Fuente: PRENSA WCS Argentina

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