Un proyecto de ley, que busca prohibir los espectáculos con animales marinos silvestres en cautiverio, llamado Ley “Kshamenk”, por la orca que se encuentra en el oceanario de la localidad bonaerense de San Clemente del Tuyú, fue presentado este martes durante una reunión especial en el Senado de la Nación.
El objeto de la iniciativa es la prohibición y sanción de espectáculos con animales marinos silvestres, como asimismo la prohibición de su exhibición y del cautiverio en sí mismo.
La única excepción que se prevé para este tipo de conductas prohibidas es que ese cautiverio sea únicamente con fines de rehabilitación y curación para, posteriormente, ser liberado en su hábitat o el traslado a un santuario.
El proyecto plantea la prohibición de realizar espectáculos, la mera exhibición, incluso tenerlo detrás de un cristal, como en los acuarios, y la manipulación del material genético.
También, se prohíbe el abandono para los animales que permanezcan en cautiverio una vez que se apruebe este proyecto.
La iniciativa tiene tipos penales que incluyen la pena de multa y prisión, de manera conjunta, por organizar y promover, facilitar espectáculos con animales marinos silvestres, mantener en cautiverio, financiar ese cautiverio, importar y exportar material genético y abandonar a los animales que se mantenían cautivos antes de sancionar esta ley.
Asimismo, se establece un plazo de dos años para el traslado definitivo de esos animales a un santuario.
La presentación, que se hizo en el Salón Arturo Illia, tuvo la adhesión de decenas de organizaciones no gubernamentales, así como de figuras del espectáculo que hicieron llegar su pedido para liberar a Kshamenk y prohibir los espectáculos con animales marinos.
La organizadora del evento fue la senadora oficialista por Salta, Nora del Valle Giménez, quien destacó que es “responsabilidad de los legisladores ocuparse de temas tan trascendentes como la protección del ambiente” y llamó a “asegurar que estas leyes estén a la altura de las circunstancias”.
“Este es un compromiso de conciencia social y de responsabilidad ambientalista. Lo necesitamos para construir nuevos paradigmas en este país y en esta sociedad. Cuando logremos que sea ley debemos ser activistas para hacerla realidad y cumplir con sus objetivos”, expresó.
Además, denunció que “los animales son utilizados especulativamente en cautiverio desde hace décadas” y describió como un “cinismo increíble” la idea de “educar a niños y a adolescentes con esos animales que sufren en cautiverio”.
La iniciativa fue reclamada con más de 612.000 firmas de apoyo reunidas a través de una campaña difundida con el nombre de “Stop Acuarios”, en la plataforma change.org.
La audiencia fue abierta por la jueza Elena Liberatori, titular a cargo del Juzgado N° 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, quien tuvo a su cargo el caso de la orangutana “Sandra”, el primer animal en el mundo declarado persona no humana a quien se le reconoció su derecho a la vida digna, y que fue trasladada a un santuario en los Estados Unidos.
“A nivel mundial daríamos un paso enorme si se aprueba esta ley”, señaló, al tiempo que advirtió: “Pensar que los animales son cosas sujetas a nuestro servicio ha sido la desgracia mayúscula de la naturaleza toda”.
Liberatori destacó que “el cautiverio es una actividad que solo las personas humanas podemos hacer” y puntualizó que los humanos “no llegan a entender que los animales aprecian su libertad”.
“Estamos ante la naturalización de un espectáculo degradante: de que los animales son cosas y pueden ser utilizados con beneficios económicos muy grandes. El dinero, los edulcorantes a modo Disney, están ahí para que no veamos la clase de vínculo que construimos con los animales”, denunció.
A su turno, el biólogo Héctor Ricardo Ferrari afirmó que “para los animales el ‘ser’ es ‘comportarse’” y agregó: “la forma del delfín dice ‘océano’, porque el océano forjó ese cuerpo”.
“El animal que vemos en un espectáculo ya no es el animal. Es un residuo de lo que alguna vez fue su especie. Los animales en cautiverio solo pueden hacer una parodia de lo que hacen habitualmente”, precisó.
Ferrari sentenció que “esto no es opinable: los animales tienen sentimientos”, y describió que los santuarios a los que se los lleva tras estar en cautiverio “les permite llegar a un equilibrio, a estados afectivos positivos y a una vida que tenga sentido para ellos”.
Delila Lewis, de Activistas de La Costa, aseguró que “gracias al activismo, Kshamenk dejó de ser la orca olvidada de América”.
“Los parques marinos son un atentado contra la naturaleza. Las orcas y los delfines son plenamente conscientes de los entrenamientos a base del hambre”, cuestionó.
Además, resaltó que la “venta de esperma criogenizado es una de las grandes fuentes de ingresos de los acuarios”.
Por último, la representante de la ONG Change.org, Jessica Siberman, destacó que “es una de las peticiones históricas icónicas y más firmadas de la página”.
“Esta es una campaña de Change desde 2016 y que juntó más de 614 mil firmas”, sentenció Siberman.
Fuente: Agencia Télam