La ciudad chubutense de Puerto Madryn ahora cuenta con una nueva ordenanza que fomenta y regula la construcción utilizando materiales naturales y principios de bioconstrucción. Luego de tres años de trabajo conjunto entre instituciones, entidades, profesionales y el Concejo Deliberante local, la iniciativa finalmente fue aprobada en la última sesión ordinaria.

Los impulsores del proyecto, Verónica Borrell, Sabrina Hereñú y Hernán Meternicht, destacaron las ventajas de este tipo de construcción. De acuerdo con ellos, la bioconstrucción se basa en el uso de materiales naturales como madera, tierra y fibras vegetales, los cuales tienen un impacto ambiental considerablemente menor que los materiales industriales. Esto permite reducir la huella de carbono y contribuir al cuidado del medioambiente.

Además, remarcaron que estas construcciones promueven un bienestar humano superior, ya que los materiales no contienen tóxicos, mejoran la calidad del aire interior y ofrecen un excelente comportamiento térmico y acústico.

Esto se traduce en espacios más confortables y eficientes, que requieren menos energía para la climatización. Asimismo, este tipo de construcción apoya la economía local al utilizar recursos y técnicas constructivas tradicionales, contribuyendo a preservar la identidad cultural de la región.

Una normativa que abre puertas a la construcción con materiales naturales

Borrell, licenciada en Ciencias Biológicas, subrayó la importancia de la nueva regulación: “Esta ordenanza permite a los vecinos y vecinas acceder a viviendas más saludables, construidas con materiales naturales y reguladas por profesionales. Ahora, arquitectos y maestros mayores de obra podrán firmar planos y reglamentar estas construcciones ante el municipio”.

Por su parte, Hereñú explicó que la nueva normativa no solo abarca nuevas construcciones, sino también la posibilidad de ampliar o regularizar viviendas ya existentes hechas con materiales naturales, como barro. “En Madryn hay muchas casas construidas de esta manera, y la ordenanza permitirá formalizarlas y mejorar su seguridad y habitabilidad”, añadió la arquitecta.
Un esfuerzo colectivo y un objetivo mayor

El proyecto contó con el apoyo de diversas organizaciones como Red Protierra, el Colegio de Arquitectos de Chubut (CACH), la Federación Argentina de Arquitectos (FADEA) y profesionales como Mercedes Pérez Michelena, Mariana Vega y María Rosa Mandrini, del CEVE-Conicet Córdoba.

Los promotores destacaron que la bioconstrucción no busca competir con los métodos convencionales, sino sumar alternativas sostenibles. “Es una combinación; no se excluyen los materiales industrializados, sino que se integran en las soluciones de bioconstrucción”, explicaron.

Para promover esta práctica, el fin de semana se realizó un encuentro en el área de agroecología de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, con el objetivo de difundir conocimientos y consolidar esta tendencia en la ciudad y la región.
Hacia una ley provincial

Los responsables del proyecto señalaron que el siguiente paso es avanzar hacia una ley provincial de bioconstrucción, como la ya existente en Río Negro. Varias localidades de Chubut, como Trevelin, Rawson y Esquel, cuentan con normativas similares, lo que permitiría unificar criterios y facilitar la implementación en toda la provincia.

Con esta nueva ordenanza, Puerto Madryn se posiciona como un referente en la adopción de prácticas sostenibles, impulsando una arquitectura que respeta el medioambiente, fortalece la economía local y mejora la calidad de vida de sus habitantes.

Viviendas con materiales sustentables: los nuevos ladrillos ecológicos

Cada vez son más las personas que eligen construir sus viviendas con materiales sustentables, no solo por sus beneficios para el planeta, sino también por su costo, ya que resultan menos costosas que las tradicionales.

Ante esta nueva iniciativa, la startup cordobesa EcoMateriales, tomó la decisión de revolucionar la construcción con ladrillos. Para esto, crearon unos ladrillos ecológicos que tendrán el objetivo de combatir dos problemáticas actuales: la acumulación de residuos plásticos, y la falta de viviendas accesibles.

Los beneficios de estos ladrillos se encuentran en su durabilidad y resistencia al fuego, pero también en el precio, ya que son mucho más accesibles que los normales. Estas ventajas representan un gran paso para el medio ambiente, pero también para la economía de los habitantes, que pueden construir su hogar sin que el bolsillo sufra el impacto.

Fuente: Noticias Ambientales

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