Fue la premisa de la campaña de concientización que se llevó a cabo desde la Fundación Sin Azul no Hay Verde en las costas de Puerto Madryn. Usando la belleza del océano como marco, se desplegó un enorme cartel de 6 metros que flotó durante unas horas y tuvo como objetivo generar conciencia sobre la importancia del compromiso ambiental de la comunidad.
Por la tarde del miércoles pasado, se desarrolló en Puerto Madryn una novedosa iniciativa de concientización ambiental impulsada desde la Fundación Sin Azul No Hay Verde. Con ballenas saltando de fondo, flamencos, gaviotas y gente disfrutando de una caminata en la playa, se desplegó un enorme cartel de 6 metros de largo utilizando el mar como escenario principal.
El mensaje fue claro y contundente: “Protejamos nuestro mar, el futuro es hoy”.
En relación a la actividad, Lucía Castro, coordinadora de la Fundación, sostuvo que la iniciativa surgió con el objetivo de hacer visible la amenaza constante que existe contra el océano para actuar a tiempo y evitar mayores perjuicios.
“No esperemos a ver directamente los daños ya ocurriendo, no esperemos a sentir las consecuencias más graves. Usualmente lo que no podemos ver, lo que no nos impacta directamente, no nos preocupa demasiado. Pero nuestro océano es inmenso y la mayor parte de él permanece oculta. Y con él se esconden también muchas de sus bellezas más impactantes, de sus funciones más vitales y las graves amenazas que lo ponen en peligro”, remarcó Lucía Castro.
El futuro es hoy: la importancia de actuar a tiempo
Vivimos en una sociedad que diagnostica y actúa cuando los problemas ya están consolidados. En el ámbito de la salud, casi nadie va al médico para prevenir, solo se busca la ayuda cuando la enfermedad ya se tiene. En seguridad, la policía llega cuando el hecho ya está consumado o avanzado. El semáforo se coloca en la esquina cuando ya hubo varios accidentes. Y así. Esta dinámica se repite en distintos sectores.
De igual manera sucede con los temas ambientales. Si no se previene, si no se actúa a tiempo, las consecuencias pueden ser irreversibles. Por esta razón, es importante que la comunidad, y mayormente los jóvenes, se involucren en este tipo de iniciativas.
“Si actuamos a tiempo, involucrándonos y haciéndonos conscientes de su importancia trascendental, podremos garantizar que el mar permanezca saludable, funcional y lleno de vida, lo que tiene un impacto directamente sobre nosotros, los humanos, como habitantes de este planeta, sobre nuestro presente y futuro”, subrayó Lucía Castro.
El importante rol de los jóvenes
La iniciativa fue organizada desde la Fundación, pero contó con la participación y ejecución de un grupo de jóvenes autoconvocados. Dejando plasmado el importante rol y la clave del compromiso de las nuevas generaciones.
“El rol de la juventud es clave para la protección del ambiente. Creo que tienen una voz más genuina, auténtica y poderosa que exige cambios urgentes y soluciones más ambiciosas para poder restaurar el daño que le hicimos al ambiente”, destacó la coordinadora de Sinn Azul No Hay Verde.
Y concluyó: “La juventud es clave para dar ese empujón, para hacer que las cosas sucedan. Muchas de las personas de las generaciones anteriores, que en su mayoría están a cargo de las industrias, las empresas y los gobiernos, tienen otra visión y en algunos casos son más reticentes a los cambios, por eso, la voz de las nuevas generaciones es muy importante de cara al futuro”.
Fuente: Sin Azul no hay Verde