Un estudio reveló la presencia de microplásticos en un glaciar a 3000 metros de altura en los Alpes. El informe revela que se hallaron restos de poliester, poliamida, polietileno y polipropileno.

Sin dudas la contaminación por plásticos lidera, junto al calentamiento global, el ranking de problemáticas ambientales que más amenazan al ambiente y a la vida sobre la tierra. Los casos de animales marinos muertos a causa de residuos plásticos, los niveles de contaminación de playas, ríos, lagos y mares y el hallazgo de restos plásticos en cada rincón que revisamos ha puesto en alerta a ambientalistas, científicos y, en muchos casos, gobiernos, sobre la importancia de reducir la cantidad de basura plástica que se genera.

Este nuevo hallazgo no hace más que confirmar la noción de que hemos contaminado hasta el último rincón de nuestro planeta. Un grupo de investigadores de la Universidad de los Estudios de Milán y de Milán-Bicocca ha identificado por primera vez contaminación de microplásticos en un glaciar de los Alpes, el de Forni, situado a unos 3.000 metros de altitud en el Parque Nacional italiano de Stelvio. En su investigación los expertos detectaron 75 partículas de plásticos, entre poliester, poliamida, polietileno y polipropileno, por cada kilogramo de sedimento, una cifra similar a los niveles observados en los sedimentos marinos y costeros de Europa. Según este muestreo y teniendo en cuenta la extensión del glaciar, se estima que el mismo podría contener podría contener entre 131 y 162 millones de partículas de plástico.

Los microplásticos son partículas plásticas que tienen su origen principalmente en la erosión de los residuos a causa de la acción de los elementos. El plástico no se degrada en el ambiente pero se fragmenta en piezas cada vez más pequeñas hasta tamaños que son invisibles para el ojo humano, lo que les permite ser transportadas fácilmente por las mareas y los vientos hasta acabar en los mares, las playas, el agua que bebemos, nuestra comida o en la cima de un glaciar italiano. “Gracias a esta investigación hemos confirmado la presencia de microplásticos en los glaciares. Los futuros estudios indagarán en los aspectos biológicos vinculados a esta presencia”, adelantó el profesor Andrea Franzetti, de la Universidad de Milano-Bicocca.

El siguiente paso de la investigación es determinar los efectos negativos que pueden tener los microplásticos para la salud y la vida silvestre, como así también su interacción con otros aspectos de los ecosistemas. Si bien la presencia de microplásticos en el glaciar no representa una amenaza para la salud inmediata de las personas, ya que el agua de fusión del hielo se utiliza para la energía hidroeléctrica y no directamente para la agricultura, es probable que el plástico sea dispersado por el agua en llanuras más abajo, es por ello que resulta fundamental profundizar en los estudios sobre el impacto de los microplásticos y sobre lo cual actualmente no se cuenta con información suficiente.

De lo que si podemos estar seguros es de que nuestra basura llega a lugares impensados, conquistando los rincones más inhóspitos del planeta, por lo que resulta urgente encontrar la forma de reducir el uso de plásticos, buscando soluciones alternativas amigables con el ambiente.

 

Abel Sberna

 

 

Deja tu comentario