El encuentro tal vez histórico en Río Grande de conformación del Fideicomiso Austral no quedó ajeno al fuego cruzado que atraviesa la provincia desde el inicio informal de la campaña. Un intendente ofuscado, un funcionario nacional confundido y un pre candidato oficialista pivoteando entre mantener las buenas relaciones y capitalizar el momento. El cóctel de una breve visita sobrecargada de lecturas políticas.
El tironeo sobre quién le entrega las obras a los vecinos de la provincia de Tierra del Fuego parece no cesar nunca. En el auge de la pre campaña la visita de Fernando Álvarez de Celis, Subsecretario de Planificación Territorial de la Inversión Pública, dejó nuevamente en evidencia que todo movimiento será político.
Álvarez de Celis fue nombrado como representante del Gobierno Nacional en el Fideicomiso Austral en Mayo, a pedido del propio Rogelio Frigerio y por primera vez llegaba a Tierra del Fuego en el marco del encuentro organizado por el Coordinador General del Fideicomiso y pre candidato a diputado nacional, Héctor Tito Stefani.
El funcionario de la cartera de Frigerio, de perfil técnico, ha tenido que poner los pies en el barro en distintas provincias donde la asistencia del gobierno nacional fue requerida, como el caso de Chubut con el temporal de Comodoro Rivadavia, donde ha sabido entremezclarse con los locales y conocer en profundidad los lugres más afectados y las obras en marcha requeridas para la reconstrucción de la Capital Nacional del Petróleo abatida recientemente por el temporal más importante en su historia reciente.
El funcionario nacional tuvo que soportar además las peripecias que todos los riograndenses sufrimos cada vez que debemos volver a la provincia y que los avatares climáticos compliquen el vuelo. Fueron dos horas de más las que tuvo que esperar Ávlarez de Celis para poder abordar su avión hacia Tierra del Fuego y llegar sobre el pucho para el encuentro con los funcionarios provinciales para revisar el estado de las obras del Fideicomiso Austral.
La orden para Álvarez de Celis desde su designación dentro del Fideicomiso fue “ordenar cuentas” y poner en marcha las 14 obras que componen el mismo. Llegó pasada las 12 del mediodía donde mantuvo el encuentro y se acordaron distintos ajustes técnicos a las obras.
El encuentro y la recorrida plagada de funcionarios nacionales y provinciales no duró 24 horas sin su contrapunto de lectura de campaña electoral. Fue el propio Gustavo Melella, intendente de Río Grande y promotor de la lista que encabeza Martín Pérez quien calificó de “una vergüenza” el recorrido que hizo Stefani junto a los funcionarios nacionales por la histórica planta potabilizadora no finalizada.
Indignado y molesto, Mellela ligó a todos y cada uno de los presentes en la recorrida a una confabuladora estrategia de campaña fuera de término. “La verdad es indignante. Es parte de una estrategia netamente de campaña y política” dijo sin dejar en segundas interpretaciones sus dichos sobre la actividad. Hasta la propia Sociedad Cooperativa Popular Limitada que había manifestado sus intenciones de incluir el proyecto del parque eólico dentro del Fideicomiso a este medio resultó alcanzada por el vendaval de acusaciones.
Como si una planta con más de 4 años de atraso y sobre costo que dobla la misma en re determinaciones de obra fuera motivo de orgullo y capacidad de la cual engalanarse para demostrar algo de la gestión.
Enterado del desbarajuste que generó su visita a la provincia, Álvarez de Celis dijo a FM La Isla que “nosotros tratamos de meternos lo menos posible en la política local, porque lo que nos pidió el Presidente y el ministro Rogelio Frigerio es que la obra se termine, y lo que hicimos ayer fue una recorrida técnica de obra donde había más de 30 personas”.
A la obra del acueducto financiada por el Fideicomiso Austral le faltaron fondos que debía remitir La Nación en una extensión de por lo menos un año aseguró tanto Álvarez de Celis como el propio Stefani. “La obra se paró porque Nación no mandaba los fondos, no por culpa del intendente Melella” se animó a decir el Coordinador del Fideicomiso en un ensayo de disculpas al ofuscado intendente. “La verdad es que le pido disculpas si, en algún punto, él entendió algo mal o yo generé alguna cosa que lo pudo haber molestado, pero está lejos de mí como persona y funcionario molestarlo al Intendente de Río Grande” dijo además en otro medio riograndense.
La obra del acueducto debería estar finalizada, no mediando inconvenientes, en diciembre de este año. Según le contó el propio funcionario nacional a El Rompehielos la misma será auditada por la provincia –tanto la empresa como el Municipio–, para mantener los plazos estimados comprometidos, una vez salvado además el faltante de electricidad y gas como obras complementarias para garantizar el funcionamiento de la misma.
Los intentos de capitalización política de uno y otro lado resultan paupérrimos y de poco éxito para los verdaderos destinatarios de los mensajes: los electores. Los mismos vecinos de Río Grande que noche a noche se quedan sin agua y han hecho de esa falta una costumbre naturalizada, leen de indignación y molestia de una de las partes en el mismo periódico donde día a día revisan los clasificados por una oportunidad laboral, que por estos días escasea tanto como el agua.
Pablo Riffo