En apenas poco más de 30 días despediremos el año 2017 para darle lugar a un nuevo año calendario. Como todas las cosas con olor a nuevo, los principios suelen venir cargados de planes y de expectativas. Los propósitos para el inicio de 2018 ya se empiezan a asomar y los planes se diversifican en cada casa, en cada negocio, en cada escuela y en una innumerable cantidad de ámbitos.
Desde aquellos que intentan terminar una carrera superior, o los que recién la comienzan. Los que se disponen a vivir una vida más saludable o los que intentarán tener algo más de vida social. Quienes irán por la pérdida de peso, los que buscarán sumar un integrante a la familia o los que pretenden un rotundo cambio laboral. El final del ciclo anual se transforma en una excusa ineludible y las promesas se multiplican.
“Estoy haciendo una especialización que en teoría es en dos años, pero yo la quiero sacar en uno porque quiero después hacer un máster y necesito esta especialización para hacerlo. Así que, según mis planes, para octubre ya tengo que haber terminado”, dice María, que a sus casi 40 años, dos hijos y cuatro trabajos a cuestas está marcando fechas en un calendario que todavía ni compró.
Martín, de 29, planea pedirle matrimonio a su novia: “nos conocemos desde el colegio secundario, pero nos pusimos de novios hace 4 años cuando nos reencontramos de casualidad en un asado que organizó un amigo en común. Tenemos muchas ganas de casarnos, la fiesta, los amigos, la luna de miel, todo el combo”, cuenta con una sonrisa en la cara y voz emocionada.
Para Claudia, que dice haber pasado los 60 pero esquiva dar más detalles, el plan es más audaz: “me propuse hacer un viaje sola, mis hijos y mis nietos son un poco miedosos, pero yo lo quiero hacer. Me casé muy jovencita y salí de la casa de mis padres a la vida con mi marido, jamás viví sola, nunca viajé sola, nunca hice nada sola o por mí misma y el año que viene quiero hacer eso. Tengo ganas de ir a Europa, ya estuvimos armando el plan de viaje con mi hija que está pesada que me quiere acompañar”, dice mientras se ríe.
Las expectativas, los objetivos, los propósitos que sostenemos en el comienzo de un ciclo parecen ser un combustible imaginario muy potente pero que muchas veces, a más de uno, lo deja a media máquina.
El lunes empiezo la dieta, el mes que viene arranco el gimnasio, el próximo año aprendo inglés sí o sí, son promesas que le deben sonar a más de uno, pero ¿por qué -demasiadas veces- no cumplimos con nuestros propósitos? ¿Acaso las promesas a uno mismo tienen menos validez?
Uno de los propósitos de Año Nuevo más recurrente es el de hacer más ejercicio, y curiosamente, según datos de la International Health, Racquet & Sportsclub Association (IHRSA), México cuenta con más de 8.000 clubes deportivos o gimnasios disponibles, esto quiere decir que México es el segundo país con más gimnasios en el mundo.
Pero, llamativamente, los datos indican solo el 2% de la población frecuenta alguno de estos centros deportivos. Por eso, no es sorpresa que el 60% de la población sea sedentaria.
Y aquí viene la parte interesante: durante el mes de enero, los gimnasios, a nivel mundial registran hasta un 70% más de inscripciones que en el resto del año, pero el 60% de estos nuevos usuarios desertan durante el mes de Marzo. Es decir que solo el 10% cumple el propósito de hacer ejercicio y más de la mitad renuncia a los pocos meses.
Drew Canole (una especie de “gurú” de la transformación personal) asegura en la revista Forbes que los propósitos de año nuevo son para personas que fracasan una y otra vez en el cumplimiento de sus metas durante el año. Aquí propongo seis puntos que te ayudarán a cumplir tus propósitos:
- Sé realista. Tus metas deben ser razonablemente alcanzables en el tiempo previsto y con los recursos que dispones. Quizás requieras más de un año para lograrlas, pero debes fijarte un porcentaje de alcance. Por ejemplo, si pretendes construir tu propia casa, la meta para el año que viene podría ser comprar el terreno.
- Sé objetivo. Tus propósitos deben ser claros, concretos y precisos. Si tu meta no es fácilmente cuantificable, encontrá indicadores que sí lo sean. Por ejemplo: si querés ser más culto, podés fijarte un número de libros a leer durante el año.
- Sé disciplinado. Los propósitos deben ser acciones que puedas incorporar a tu vida diaria a fin que sean parte de tu rutina y se queden contigo, aun habiendo cumplido tu meta principal. Tus metas deben estar continuamente en tu mente, todos los días.
- Elabora un plan. Tus propósitos necesitan estar expresados en un proyecto propio, elaborado por vos mismo. Es recomendable que tu planeación la tengas por escrito, esto te ayudará a organizar tus ideas de cómo hacer las cosas.
- Hacé algo cada día. Usá el principio del impulso para el éxito, ponete en marcha hacia la meta y hacé algo cada día que te acerque a lo que querés lograr. Estar orientado a la acción es esencial para lograr tu objetivo.
- Sé paciente. Poco a poco y siguiendo los consejos anteriores verás resultados favorables en el cumplimiento de tus metas y propósitos. Persevera. La perseverancia es autodisciplina en acción y la auténtica medida de tu confianza.
Está claro que pretender adelgazar 90 kilos en un año no es una meta sencilla, obviamente dejar de fumar si sos un fumador activo hace 20 años tampoco va a ser fácil. Es como dicen aquellos con más experiencia: “hay que dar pasitos de bebé”, pretender alcanzar una meta en tiempo récord suele ser tremendamente frustrante y eso no hace más que disparar un efecto dominó que lo único que traerá será resoluciones de Año Nuevo totalmente inconclusas.
Habrá que empezar por lo micro para llegar a lo macro, ponerse objetivos alcanzables. En lugar de ponerse como meta bajar 90 kilos, tomar la opción de incorporar frutas y verduras a la dieta; el resto vendrá por añadidura.
En lugar de pretender terminar una carrera en la mitad del tiempo podríamos pensar en optimizar los planes de estudio e ir apuntando materia a materia.
En el año 1987, un canal de televisión español le pidió a sus televidentes que se comunicaran para contar cuáles eran sus metas para el año que empezaba. Luego, estos mismos televidentes fueron los encargados de revelar cuánto habían logrado. Solo el 8% cumplió con sus propósitos, la enorme mayoría claudicó incluso durante el primer mes.
Un gran objetivo para el 2018 sería romper ese 8% y que las metas empiecen a llegar, paso a paso, como dijo el célebre entrenador de Racing, “Mostaza” Merlo, que tenía como objetivo lograr el campeonato de su equipo y lo logró.
Ya lo decía mi madre, de a una moneda se llena el chancho.
María Fernanda Rossi