Científicos de Essex, que estudiaron 10 sitios en el sureste de Inglaterra durante un mes en verano, monitorearon cuánto contribuyeron los insectos diurnos y nocturnos a la polinización de las flores de zarzamora. Con la ayuda de cámaras trampa, también calcularon qué tan rápido se depositaba el polen en diferentes momentos del día.

Descubrieron que el 83% de las visitas de insectos a las zarzas en el área se realizaron durante el día. Las polillas hicieron muchas menos visitas durante la noche, representando solo el 15% de las visitas, pero lograron polinizar las flores más rápido que las abejas durante el día, dicen los científicos.

Esto sugiere que las polillas nocturnas hacen una contribución importante y hasta ahora pasada por alto a la polinización nocturna de las plantas. Este es un hallazgo clave ya que la disminución en el número de abejas y otros polinizadores ha despertado las alarmas entre los expertos.

Las polillas son importantes polinizadores

Las polillas son importantes polinizadores, no se las aprecia mucho y carecen de estudios sobre su actividad polinizadora. La mayoría de la investigación sobre polinización tiende a centrarse en los insectos que vuelan durante el día, con poca comprensión de lo que sucede durante la noche”, dice Max Anderson, estudiante de doctorado en la Universidad de Sussex que fue uno de los investigadores.

Ahora que sabemos que las polillas también son polinizadores importantes, debemos tomar medidas para apoyarlas fomentando el crecimiento de algunas zarzas y otras plantas de matorral con flores en nuestros parques, jardines, bordes de caminos y setos”, enfatiza Anderson.

Las abejas son, sin duda, importantes, pero nuestro trabajo ha demostrado que las polillas polinizan las flores a un ritmo más rápido que los insectos que vuelan durante el día. Lamentablemente, muchas polillas están en grave declive en Gran Bretaña, lo que afecta no solo la polinización, sino también el suministro de alimentos para muchas otras especies, desde murciélagos hasta aves”, explica Fiona Mathews, profesora de biología ambiental en la Universidad de Sussex, quien también fue autora de un estudio.

Lo que demuestra la investigación

La investigación demuestra que tanto los polinizadores diurnos como los nocturnos deben protegerse para que florezcan los ecosistemas naturales. Podemos proteger a las polillas plantando flores blancas, cultivando parches de maleza y hierba áspera y apagando las luces nocturnas, dicen los científicos.

Pasos simples, como permitir que florezcan parches de zarzas, pueden proporcionar importantes fuentes de alimento para las polillas, y seremos recompensados ​​con una cosecha de moras. ¡Todos son ganadores!” dice Mathews.

Fuente: Ecoportal

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