Está en la Cordillera Negra de Perú y ya comenzó a satisfacer necesidades de agua para consumo personal y actividades agropecuarias. El proyecto, liderado por un investigador del CONICET, servirá de modelo para replicar más construcciones de ese tipo en la región.
“Ricococha Alta”, una represa prehispánica de la Cordillera Negra, en Perú, fue rehabilitada e inaugurada de forma oficial. Tiene una capacidad de treinta mil metros cúbicos de agua y ya comenzó a satisfacer necesidades de consumo personal para 1200 personas y actividades agropecuarias de dos comunidades (Cajabamba Alta y Putaca) y de otras 250 viviendas ladera abajo.
“Rehabilitar una represa prehispánica es mucho más económico que construir una represa moderna de cemento, son más resistentes a movimientos sísmicos y además de satisfacer necesidades de agua de las comunidades, se logra preservar patrimonio arqueológico”, destacó Kevin Lane, líder del proyecto e investigador del CONICET en el Instituto de las Culturas (IDECU, CONICET-UBA).
La construcción de una represa de cemento para las comunidades del lugar requería de un millón de dólares, mientras que la rehabilitación de “Ricococha Alta” requirió 120 mil dólares donados por la Fundación alemana Gerda Henkel.
Durante la inauguración de la represa – que ahora almacena agua de las lluvias registradas desde octubre del año pasado a marzo del presente año– y en presencia de representantes del municipio local, de las comunidades beneficiadas, del Ministerio de Cultura del Perú y de otras autoridades, Lane destacó que el buen funcionamiento de la represa “Ricococha Alta” puede ser el puntapié “para la rehabilitación de más represas prehispánicas que pueden ser parte de la solución en un contexto de cambio climático que atraviesa el siglo XXI y por el que los pueblos de los Andes sufren de un alto estrés hídrico”.
Además de “Ricococha Alta”, se estima que en la Cordillera Negra de los Andes norcentrales podría haber restos arqueológicos de más de 200 estructuras de represas prehispánicas. “Haremos un relevamiento detallado de todas estas construcciones. Por un tema de acceso y otros factores, estimamos que un tercio podrían ser rehabilitadas”, afirmó Lane quien realizó su doctorado en Arqueología en la Universidad de Cambridge en 2006 y se especializa en arqueología histórica, tecnologías hidráulicas antiguas y otros temas.
Represa “Ricococha Alta”
“Ricococha Alta” es una represa construida por el pueblo de los Huaylas y después retomada por los Incas (1400-1532 d.C.) en un momento de un cambio climático cuando, en general, los Andes se volvieron más cálidos y secos impactando seriamente en el abastecimiento de agua.
Lane lideró la rehabilitación de la represa con mano de obra y técnicas de construcción locales (piedra y arcilla). También agregaron geomembrana en el interior de núcleo para mejorar el represamiento de la estructura.
“Durante la obra de la rehabilitación de la represa, aprendimos sobre técnicas prehispánicas de construcción”, indicó Lane quien realizó un posdoctorado en la Universidad Libre de Berlín entre 2010 y 2011 con una beca de la Fundación Alexander von Humboldt de Alemania. Y continuó: “A pesar que un ciclón pasó por la región, la represa Ricococha Alta está funcionando bien. Está ubicada en el departamento de Áncash, una de las regiones más sísmicas de los Andes. Por la técnica usada por los incas y otros pueblos prehispánicos, estas construcciones son flexibles. De hecho, muchas que no fueron rehabilitadas y no recibieron mantención durante siglos continúan almacenando agua de lluvia hasta el día de hoy”.
“Ver operativa, la represa Ricococha Alta tras siglos de desuso es todo un logro y me causa una gran emoción. El reclamo de agua por la comunidad de Cajabamba Alta y de Putaca es permanente. De esta forma, ahora por lo menos les estamos pudiendo dar la posibilidad de almacenar un máximo de treinta mil metros cúbicos de agua, y esperamos poder rehabilitar más represas en el área”, puntualizó Lane.
Verónica Isabel Williams, investigadora del CONICET, doctora en Ciencias Naturales con orientación en Arqueología y directora del IDECU, indicó que la rehabilitación de la represa de Ricococha Alta en Perú “es un ejemplo de cómo la arqueología, una ciencia social que estudia el pasado, genera conocimientos que se ponen en diálogo con el presente con el potencial de influir en la vida de las poblaciones actuales”. Y agregó: “El impacto de las investigaciones del doctor Lane en tecnologías hidráulicas es muy promisorio y su aporte a las poblaciones locales es singular y propiciatorio para desarrollar y mantener intercambios de conocimientos entre pasado y presente que puedan replicarse en otros ámbitos”.
En la inauguración de la represa prehispánica restaurada también acudieron representantes del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM) de Perú, de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (UNASAM) de Perú, del Municipio y de la comunidad de Pamparomas, y de las ONGs Diaconia y Eclosio.
Fuente: CONICET