Se trata del único registro de la especie Leopardus pardalis para el Pleistoceno y tiene unos 98 mil años de antigüedad. Fue hallado en el yacimiento Toropí y los resultados del estudio se publicaron en el Journal of Vertebrate Paleontology.

El primer fósil de un ocelote, un felino silvestre mediano que habita gran parte de América, fue identificado en el yacimiento de Toropí, en la provincia de Corrientes. Se trata del único registro de la especie Leopardus pardalis para Argentina durante el Pleistoceno y se estima que tiene unos 98 mil años de antigüedad.

Los restos fueron hallados por un equipo del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET – UNNE) durante una campaña en el año 2018. Luego de analizar detalladamente los restos junto con investigadores del Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales de la Universidad Nacional de la Rioja (UNLAR) y del Centro de Investigación Esquel de Montaña y Estepa Patagónica (CIEMEP, CONICET – UNPSJB), el grupo publicó la descripción de este relevante registro en el Journal of Vertebrate Paleontology.

El hallazgo, señalan los investigadores e investigadoras en el artículo, es relevante no sólo porque es el primer registro de la especie en Argentina durante el Pleistoceno, sino también porque se sitúa a 1800 kilómetros al sur del fósil más cercano identificado con precisión. Los restos hallados fueron un fragmento de maxilar derecho y parte de la mandíbula izquierda incompleta, junto con los dientes.

Hay muy pocos registros previos de esta especie y los que existen están muy fragmentados. Este hallazgo es muy importante porque nos aporta una pieza más para reconstruir la historia de los gatos silvestres, que es un grupo de felinos que no es originario de América del Sur, sino que llegan —junto con otros mamíferos— hace menos de 3 millones de años, cuando se eleva el Istmo de Panamá. Después de eso, se diversificaron bastante, generando muchas de las especies que conocemos hoy, como el gato montés, el gato andino o el ocelote, que es el más grande de todo el clado”, señala el primer autor de la publicación, el investigador principal del CONICET en la UNLAR, Francisco Prevosti.

El hallazgo del fósil ocurrió hace tres años, en el yacimiento paleontológico del Toropí, un sitio de alta relevancia paleontológica ubicado a unos 150 kilómetros de la capital de Corrientes. “Fue en una campaña que hicimos en marzo de 2018, de la que participó casi todo el equipo del Laboratorio de Evolución de Vertebrado y Ambientes Cenozoicos del CECOAL. En esa oportunidad encontramos varios restos que corresponden a otros taxones que ya estaban reconocidos en esa formación, pero enseguida nos llamó la atención esta mandíbula porque se trataba de un carnívoro” señala otra de las autoras del artículo, la becaria doctoral del CONICET en el CECOAL, Cecilia Méndez.

EL ROMPEHIELOS

La importancia de este descubrimiento, destacan los investigadores e investigadoras, es que ayuda a determinar con mayor precisión cómo era la composición de la fauna en ese entonces. “Este es el tercer registro de un carnívoro que tenemos para la Formación Toropí -un ambiente en el que predominaban los hervíboros- y todos pertenecen a félidos. Entre ellos, este ocelote es el más pequeño hallado hasta el momento”, agrega Méndez

En la publicación también se incluyeron modelos para analizar posibles explicaciones de cómo se fue modificando la distribución de esta especie a lo largo del tiempo. Los investigadores esperan poder continuar identificando restos de éste y otros carnívoros en Toropí, que puedan permitir sumar más pistas para conocer cómo fue el pasado de la fauna sudamericana.

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