Las clases en la escuela Nº38 “Presidente Raúl Alfonsín”, que depende del gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, son mucho más que las clases que cualquier alumno Argentino puede tener. En la Antártida, el establecimiento cumple, también, el rol de centro social y cultural, donde la comunidad desarrolla actividades de integración, fomentando el vínculo de cooperación.

El alumnado, en este ciclo lectivo 2017, se compone de doce niños. Dos en la sala de guardería, una en la sala de tres años, cinco en nivel primario y otros cinco en el nivel secundario.

En comunicación con EL ROMPEHIELOS, la maestra antártica y directora de la Escuela Nº38, Griselda Ramirez comentó que, más allá de la distancia, intentan cumplir el año lectivo como cualquier otra escuela: “las clases comenzaron el 6 de marzo, desarrollándose normalmente conmemorando las fechas que corresponden y los días claves como el aniversario de la creación de la escuela o festejando el Día de la Mujer. También los alumnos hicieron su promesa a la bandera”.

“Inicio del ciclo lectivo 2017 en.la Escuela n° 38 «P.R.R.A.»” (crédito: Facebook Escuela Base Antártica Esperanza)

Al ser consultada sobre las vacaciones de invierno, esa época en las que los niños que estudian en el
continente disfrutan de unos días de desanso y ocio, Ramírez contó que en la Escuela de la Antártida “hay actividades como pernoctadas y proyecciones de películas. Ésta fue una experiencia muy linda porque los chicos disfrutaron muchísimo y se cumplió el objetivo, que es hacer una convivencia dentro del lugar haciendo juegos y fomentamos los vínculos con la vitalidad de cada niño y con el fin de que se diviertan ya que el centro social es la escuela”.

El establecimiento tiene jornada completa, desde las 8 de la mañana hasta las 12 del mediodía, con un receso para el almuerzo, y luego, otra vez a clases de 15 a 1. “Durante ese periodo mi esposo y yo compartimos la jornada laboral en el nivel inicial primario trabajando en el día a día”, dijo y agregó “al tener la modalidad de plurigrado también contamos con docentes auxiliares de base, mientras que en el nivel secundaria se dictan las clases con el Sistema de Educación a Distancia del Ejército, si bien somos una comunidad nos organizamos educativamente así”.

También se festejan cumpleaños en el Salón de Usos Múltiples con un castillo inflable, armamos un pelotero, una plaza blanda y ellos invitan a los que quieren, pero en general vienen todos los integrantes de la campaña antártica y disfrutamos un grato momento”, relató.

Durante la entrevista, la maestra apuntó que “tenemos donaciones de golosinas, galletas y jugos de parte de la Intendencia de Rio Grande para darle a los chicos en diversas fechas, así cada uno de lleva una bolsita de sorpresas. Para el próximo Día del Niño preparamos una kermesse y un circuito de juegos adaptado a las edades, esperamos pasar un día fantástico, a pesar del frío”.

Ramírez aseveró que los chicos toman “bien” la idea de estar en la Antártida. “Le explicamos a través del mapa dónde estamos ubicados y cuál es el trabajo que hacemos. Ellos se adaptan, son flexibles, saben que van a pasar un año sin ir a un kiosco o una plaza”.

(crédito: Facebook Escuela Base Antártica Esperanza – Año 2016)

Aunque el Continente Blanco nos mostró todos los climas que podríamos tener, como temperaturas
extremas de 55ºC bajo cero, siempre tomamos los recaudos necesarios para estar al aire libre; igualmente los niños están contenidos y se lo ve re contentos”, sostuvo.

Para finalizar, la docente expresó que trabajar en el extremo del país y con bajas temperaturas “es una experiencia única y maravillosa  porque este lugar es hermoso y la escuela es todo para el lugar, ya que no solo se imparte enseñanza sino que también es el centro social y cultural. Después de las clases, la escuela ofrece talleres de folclore, flamenco, tejido y manualidades a los niños y a los adultos”.

Trabajar aquí es enriquecedor a nivel profesional y personal, vivir durante un año en la Antártida es todo un desafío. La Escuela está para reafirmar la soberanía provincial y nacional sobre el territorio, y nosotros intentamos reafirmarla con trabajo”.

Sobre la Escuela

Fue inaugurada el 14 de marzo de 1978 como una delegación dependiente del Instituto Doctor Dámaso Centeno de Buenos Aires, convirtiéndose en la primera escuela antártica, y convirtiendo a la Argentina en el primer país en el mundo en inaugurar una escuela en el continente blanco.

El 11 de marzo de 1997 la escuela fue transferida por Decreto Nº 1673/96 a la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El nombre que se le otorga es Escuela Provincial Nº 38 ″Presidente Julio Argentino Roca”, Jardín de Infantes “Buque Santa Micaela” y guardería “Pingüinitos”, siendo los primeros Maestros Antárticos Fueguinos, Hugo Oscar Santillán y su esposa Nora Nilda Alderete. Desde entonces el Ministerio de Educación provincial se encarga realizar la selección del personal docente civil que se desempeña anualmente.

El 19 de diciembre de 2012, la Legislatura de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, sancionó la ley que impuso a la Escuela el nombre de “Presidente Raúl Ricardo Alfonsín”.

La Escuela se encuentra en el Fortín Sgto. Cabral, que es el nombre que recibe el núcleo poblacional civil que Argentina posee en la Base Esperanza.

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