El pasado miércoles 12 de diciembre el Senado de la Nación aprobó la ley que crea las áreas marinas protegidas Yaganes y Namuncurá / Banco Burdwood II. Con esta acción se triplica la superficie de mares protegidas de nuestro país.
Luego de un año de espera, el Senado de la Nación dio tratamiento al proyecto de creación de las áreas marinas protegidas Yaganes y Namuncurá / Banco Burdwood II, ubicadas en inmediaciones del archipiélago fueguino, en el extremo sur de Argentina. En la sesión del miércoles 12 de diciembre la cámara aprobó la Ley y con ella la protección de dos importantes sectores del mar austral argentino. Según el Dr. Claudio Campagna, Presidente del Foro para la Conservación del Mar Patagónico, estas nuevas áreas “representan un logro de los procesos de debate democrático, además de un significativo beneficio para la conservación. Parques de mar y cielo en los que una inmensa cantidad de pingüinos y albatros, lobos y elefantes marinos, tiburones, rayas, corales fríos y otras muchas especies, podrán cumplir con sus ciclos de vida en paz y como natura manda. Las organizaciones argentinas que conforman el Foro para la Conservación del Mar Patagónico agradecen a las autoridades provinciales y nacionales su trabajo por el bien común”. Esta red, integrada por diversas ONGs fue la responsable de impulsar este importante proyecto y de llevar adelante una intensa campaña de información para crear conciencia sobre la importancia de ampliar la superficie protegida de mares de nuestro país.
La creación de estas reservas naturales representa la incorporación de más de 90 mil km2 de hábitat oceánico al Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas que hasta el momento solo abarcaban un 2,6% de los mares argentinos. Yaganes y Namuncurá / Banco Burdwood II son ambientes oceánicos con condiciones ecológicas y oceanográficas de gran importancia y su creación contribuye a proteger habitas y especies que no solo representan el mantenimiento de un ambiente saludable sino también que permite un mejor y más sustentable aprovechamiento de los recursos naturales al evitar el agotamiento de las especies sobre las cuales se realiza la extracción a través de la pesca.
¿Qué tipo de protección brinda esta Ley?
La ley plantea diferentes niveles de protección y aprovechamiento para estas nuevas áreas. Yaganes contará con tres categorías. El fondo marino constituirá una reserva nacional marina estricta. Es decir, se prohibiría toda actividad salvo la investigación científica y la necesaria para monitorear el lugar. No se puede pescar, explorar el suelo en busca de hidrocarburos, visitar la zona ni hacer ejercicios militares. En segundo lugar, un amplio sector, el más alejado de la costa, tiene su columna de agua zonificada como parque nacional marino. Ahí no podrá haber actividades pesqueras pero sí educativas y turísticas, pero en armonía con la conservación. Finalmente, la columna de agua cercana a Tierra del Fuego sería una reserva nacional marina de usos múltiples, dónde sí se permitiría pescar, pero con métodos menos agresivos, más controlados y limitados en cuanto a períodos estacionales y volúmenes. Burdwood II se dividiría en dos sectores. Al oeste, en el sector proyectado como reserva nacional marina, se contempla el uso sostenible. Es decir que se podrá pescar pero bajo las reglas que se disponga en el plan de manejo. También se habilitarían actividades turísticas y educativas. Al este, operaría el sector propuesto como reserva nacional marina estricta. Es decir, de absoluta conservación, pero con la posibilidad de realizar actividades científicas.
La sanción de esta Ley es un primer paso para la protección de los mares. El 36% de la superficie de nuestro país está compuesta por superficie marina y el actual Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas (creado en el año 2014) solo abarca una pequeña fracción. Si bien la adición de estas nuevas áreas representa el crecimiento más grande de su historia, aún hay mucho camino por recorrer y mucho trabajo por realizar. Desde el Foro para la Conservación del Mar Patagónico señalaron que “seguiremos trabajando para que el sistema incorpore otros sitios de alto valor de conservación, donde se focalice en especies amenazadas o en la presencia de frentes productivos de alta diversidad. Existen áreas claves en el centro y norte de nuestro mar, y en el borde del talud, donde las actividades humanas son intensas, que requieren urgente atención. Si bien nos alienta el aumento en número y superficie de las áreas marina protegidas, es necesario lograr representatividad para crear un verdadero Sistema que abarque diversidad de especies y hábitats y logre conexión de los ecosistemas que se buscan proteger”.
Abel Sberna
Fuente: marpatagónico.org / redacción.com.ar / sinazulnohayverde.com