Tras el destete, los terneros tienen que atravesar múltiples situaciones de estrés que afectan su desarrollo y amenazan su salud.
Separación de la madre, transporte, inclemencias del tiempo, nuevo hábitat, nueva alimentación… Provimi Argentina desarrolló una formulación especial para atravesar ese período y ayudar al animal a alcanzar su máximo potencial de crecimiento y ganancia de peso.
La transición del destete al engorde es un período decisivo en la vida del ternero.
Los primeros 14 días desde que llega al feedlot pueden determinar cómo será el resto de su evolución, y lo que no se consiga en esa ventana en términos de ganancia de peso y salud no se puede recuperar más adelante.
El estrés produce un efecto “cascada” en los terneros.
Cuando el animal está estresado pierde el apetito, se produce una pérdida de nutrientes en los tejidos, baja la inmunidad ante agentes externos y pierde peso (o deja de ganarlo). Esta situación aumenta el riesgo de enfermarse, y una vez que el animal se enferma, el estrés aumenta y deprime todavía más el consumo de alimentos.
Para el productor esta situación implica gastar mucho dinero en recursos, medicación y tiempo para lograr que el animal se recupere y empiece nuevamente a crecer, con riesgo a veces de perderlo.
Las afecciones más frecuentes se dan en las vías respiratorias.
Al CRB se le atribuye en EEUU el 75% de todos los animales que se enferman y 50 por ciento de la mortandad en feedlots, siendo por ende la enfermedad de mayor impacto económico.
Para la Argentina, es de esperar algo similar, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de los terneros arriban a corrales de engorde en los meses de otoño/invierno con un clima propicio para el desarrollo de esta enfermedad.
Se suelen combatir las afecciones respiratorias con antibióticos y vacunas.
Pero esto no es tan efectivo como la prevención y el manejo del estrés en esta etapa.