La Administración de Parques Nacionales declaró de interés institucional la conservación de los bosques de cachiyuyo de la Patagonia argentina, subrayando el rol crucial de este ecosistema para la salud del planeta. La declaración surge luego de que el gobierno de Santa Cruz decidiera avanzar en la gestión sostenible del mar en un convenio firmado con APN y la Fundación de conservación marina Por El Mar (PEM).
Los bosques de kelp o macroalgas son ecosistemas submarinos de gran importancia, que ocupan aproximadamente el 25% de las costas del mundo, principalmente en aguas frías. Estos bosques submarinos están dominados por algas de gran tamaño, como la especie Macrocystis pyrifera, que puede crecer hasta más de 30 metros de altura, y son refugio y fuente de alimento de una gran variedad de especies.
Sobre esta especie nativa de nuestros bosques sumergidos patagónicos, la Macrocystis pyrifera, el directorio de la Administración de Parques Nacionales (APN) resolvió declarar de “Interés Institucional” su conservación. Esta decisión destaca la importancia vital de estos ecosistemas marinos para la salud de los océanos a nivel mundial y su relevancia en la mitigación del cambio climático.
Navegando los bosques de macroalgas de Santa Cruz – foto de Cristian Lagger
Mariano Bertinat, secretario de Estado de Ambiente de la Provincia de Santa Cruz, expresó su apoyo a esta medida y enfatizó la necesidad de involucrar a las comunidades costeras en la conservación de estos tesoros naturales; “Estos ambientes sumergidos crean un hábitat de muchísima biodiversidad que brinda refugio, alimento y zonas de cría a cientos de miles de especies marinas; desde pequeños microorganismos a grandes predadores como los tiburones, los delfines australes, las estrellas de mar e incluso especies de interés comercial como la centolla y el calamar”, indicó. Además, elogió la decisión de la APN y subrayó que “los bosques de macroalgas juegan un rol clave en la lucha contra el cambio climático porque funcionan como grandes reservorios de carbono”.
A través de esta resolución, se invita a la colaboración y el trabajo en conjunto entre las provincias y APN para llevar a cabo planes y programas destinados a la investigación y conservación de este ecosistema marino.
Navegando los bosques de macroalgas de Santa Cruz – foto de Cristian Lagger
En este sentido, Bertinat resaltó el compromiso de la provincia, destacando la creación de parques interjurisdiccionales, como el Parque Isla Pingüino en Puerto Deseado y el Parque Makenke en San Julián, “lo cual significa que la protección del mar y los bosques de macroalgas es compartida entre la provincia y la nación. Otro ejemplo es el Parque Nacional Monte León, pero este solo alcanza la superficie terrestre y aún no cuenta con protección sobre el mar”, señaló.
Bosque de macroalgas en Puerto Deseado Santa Cruz – foto de Joel Reyero
“La declaración de Parques Nacionales para la conservación de los bosques marinos es una gran noticia para la protección de estos ecosistemas tan importantes. Es también una invitación para que desde las provincias patagónicas pensemos e implementemos nuevas acciones de conservación y ampliemos las superficies protegidas, involucrando a las comunidades costeras para que sean parte del cuidado ambiental de estas maravillas naturales”, finalizó.
Argentina cuenta con grandes extensiones de bosques de macroalgas en su costa, particularmente en la región Patagónica, desde el sur de la provincia de Chubut hasta Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, donde se encuentran algunas de las algas más grandes. Estos bosques submarinos, que incluyen especies nativas como el “cachiyuyo” (Macrocystis pyrifera), son fundamentales para la vida marina.
Daniella Mancilla Provoste
Foto de portada: Navegando los bosques de macroalgas de Santa Cruz – foto de Cristian Lagger