Pilar Tellería, de 19 años, es una nadadora de aguas abiertas que vive en Ituzaingó. A su corta edad, producto del esfuerzo y el sueño que requiere ser una deportista de alto rendimiento, se preparó para atravesar, con mucho esfuerzo y brazadas, los 42 kilómetros que unen la costa de Punta Lara, ubicada en Ensenada (La Plata) hasta la ciudad de Colonia del Sacramento, en Uruguay.

Con mucha entereza y dedicación, a su corta edad, Tellería se propuso conseguir este fuerte deseo que la movilizó desde chica y se profundizó el año pasado cuando intentó lograrlo, pero las condiciones climáticas y otros factores adversos truncaron por completo la misión.

Su historia comenzó a los 11 años cuando decidió que su futuro estaría en el deporte y específicamente en la natación, una disciplina que obliga a los deportistas a estar muy concentrados en su meta, debido a que su camino depende pura y exclusivamente del trabajo que ejerza uno.

Previo a realizar el logro de cruzar el Río de La Plata, Tellería debió prepararse física y mentalmente para este objetivo. Como primer paso, debió concurrir a un club llamado CAVA, en Ituzaingó, para realizar un entrenamiento exhaustivo de seis horas por día en la pileta. Luego, junto a una profesora de meditación, practicó varios ejercicios para mantener la calma y la estabilidad anímica que la llevaron a atravesar durante 12 horas un desafío extremo.

Con todos los preparativos listos, la proeza comenzó el lunes a partir de las 6 de la mañana. Acompañada de sus entrenadores, la profesora de meditación, Pilar también estuvo custodiada por una lancha de la Cruz Roja con médicos y guardavidas ante un posible accidente. Al finalizar su recorrido, se enteró de que, además de cumplir una meta personal, rompió el récord de Lautaro Lasgna, el nadador más joven en cruzar el Río de La Plata en 2013 con un tiempo de 14 horas.

Su emoción en las redes sociales
Al culminar el objetivo, Pilar se tomó un tiempo para contar, en su cuenta de Instagram, cómo se preparó para este momento y la emoción que le generó llegar a la meta y así ver como su entrenamiento intensivo trajo sus frutos.

“Desde los 15 años que sueño con esto, pero jamás me hubiera imaginado algo así. El Río no te deja cruzarlo hasta que aprendes lo que te quiere enseñar. Y a mí me enseño a vivir. Cuanta calma sentí durante el cruce, tenía la certeza de que iba a llegar como sea, aunque me costara lágrimas y dolor. Las últimas cuatro horas hubo que pelearla, pero jamás deje de ser consciente de que se me estaba dando mi sueño y por eso jamás deje de disfrutar”, aclaró en un texto que acompañó con varias fotos del recorrido.

En esa misma línea, a modo de moraleja, Tellería culminó: “Me queda mucho por crecer y eso es lo que más entusiasma. Esto recién empieza”.

Fuente: Noticias Argentinas

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