MAR DEL PLATA. – Desde un “campito”, como definió a esa manzana del humilde barrio Malvinas Argentinas cubierta a medias por cientos de militantes, Cristina Kirchner reclamó la unidad del voto opositor y acusó al presidente Mauricio Macri y a los participantes del 53° Coloquio de IDEA de repetirle durante años distintas recetas para bajar la inflación que a casi dos años de iniciado el actual gobierno “es más alta que en 2015”.
Locuaz y filosa, irónica por momentos, tildó de “sabelotodos” y “saqueadores” a quienes son parte del encuentro de hombres de negocios que ayer, con un discurso a sala completa, cerró el jefe de Estado. “Me gustaría estar allí, a donde fui cuando fui Presidenta pero leía lo que decían, las críticas”, resaltó desde el escenario que compartió con los candidatos locales de Unidad Ciudadana. Los discursos de Cristina y de Macri coincidieron en esta ciudad con diferencia de poco más de dos horas y los casi diez kilómetros que separan al predio elegido para el acto de campaña del Sheraton Mar del Plata Hotel, sede de la cumbre de empresarios.
Cristina aseguró que durante su gestión la gente vivía mejor porque había más trabajo y consumo. “Pero nos decían que eso recalentaba la economía, un eufemismo de que el pueblo está ganando demasiado”, dijo, para resumir que lo que el gobierno y las empresas quieren hoy “es flexibilización salarial”. “Hoy no hay consumo porque nadie consume nada, viene en picada”, insistió, antes de aferrarse al particular escenario local, donde recordó que hay “34000 marplatenses sin laburo”. Citó incluso que en agosto, durante su última visita a la ciudad, Mar del Plata estaba tercera en el índice nacional de desocupación. “Hoy está primera”, lamentó. La ex presidenta había estado por aquí hace dos meses, al frente del lanzamiento de su postulación por Unidad Ciudadana para las elecciones primarias de agosto. En aquella oportunidad se movió tan alejada de sus seguidores como de la prensa.
Esta vez, en su nuevo formato, saludó a la militancia, se sacó fotos y hasta aceptó algunas preguntas de periodistas en una improvisada y breve rueda de prensa. Desde el escenario, vestida en tonos de negro y con un abrigo gris que le cubría la espalda, reclamó a sus seguidores que abran las puertas a todo el abanico opositor sin importar su origen. Aspira a que todos acompañen a Unidad Ciudadana para enfrentar y derrotar al Gobierno. “Lo importante no es volver a partir de una persona o de una sola fuerza política”, dijo, sino que “quien esté sentado en la Casa Rosada vuelva a ser representante de todo el pueblo argentino y no del sector de mayores recursos de la Argentina”. Cuestionó, en particular, el alto endeudamiento. Y apuntó a las políticas energéticas, con importación de combustibles a niveles y costos que consideró altos y con favoritismos. Por ejemplo, mencionó la compra de gas en Chile. “¿Saben a quién pertenece?”, preguntó en un nuevo examen a la militancia. La respuesta fue “Shell”, a la que volvió a vincular con el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren. “Qué inteligentes, merecerían estar en IDEA”, ironizó una vez antes reflotar una cita con origen en la filosofía de la antigua Grecia. “Hay una sabiduría en el pueblo que otros más ilustrados no tienen”, afirmó.