La contaminación en nuestros océanos es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos en esta época y científicos alrededor de todo el mundo están diseñando diversas estrategias para hacerle frente a este problema.

El mayor contaminante de nuestros océanos son los microplásticos. Se trata de cantidades microscópicas de desechos plásticos que se acumulan en el fondo del mar, por lo que es sumamente difícil su extracción y los peces suelen confundirlos con comida, por lo que quedan atrapados en el tracto digestivos de los animales acuáticos.

Además, a medida que se degradan los microplásticos liberan sustancias tóxicas en el agua que envenenan la vida marina. Si bien reducir los desechos plásticos y filtrar las aguas residuales antes de que lleguen al océano puede ayudar a reducir la cantidad de microplásticos en nuestros mares, es difícil limpiar el agua ya contaminada. Las partículas pequeñas pueden alojarse en grietas en el lecho marino, áreas de difícil acceso para robots grandes y poco flexibles.

Limpiar los océanos no es tarea fácil, pero algunas iniciativas como la que han presentado unos científicos chinos podrían ayudar a resolverlo. Científicos de la Universidad de Sichuan en China han desarrollado un robot con forma de pez que puede recoger pequeños pedazos de desechos plásticos en los océanos.

Estos peces robot que pueden “comer” microplásticos es una interesante propuesta para recolectar estos materiales microscópicos que contaminan nuestros océanos y hasta están presentes en el agua que llega a nuestras casas, por lo que también afectan a nuestra salud humana y todavía no conocemos los efectos a largo plazo.

Los peces robot son muy pequeños, miden a penas 1,3 centímetros de largo y son controlados de manera remota. Su diseño está inspirado en la vida marina, por lo que son hidrodinámicos y pueden aletear y moverse a casi uno 30 mm por segundo, una velocidad similar a la que se mueve el plancton y suficiente, según los investigadores, para conseguir su objetivo de recolectar el plástico de los océanos.

Estos robots están hechos de un material similar al nácar de las conchas por lo que son flexibles y sus propiedades químicas actúan como un “imán” de microplásticos. Inclusive, los investigadores creen que estos pequeños dispositivos tienen propiedades “regenerativas”, que le permiten recuperarse y seguir trabajando si sufren algún daño.

El equipo tiene como objetivo permitirles recolectar microplásticos en aguas más profundas y proporcionar información para analizar la contaminación marina en tiempo real, dijo Wang Yuyan, uno de los investigadores que desarrolló estos robots.

“Desarrollamos un robot miniaturizado muy liviano. Se puede usar de muchas maneras, por ejemplo, en operaciones biomédicas o peligrosas, un robot tan pequeño que se puede ubicar en una parte de su cuerpo para ayudarlo a eliminar alguna enfermedad”, dijo el científico chino.

El pez robot negro es irradiado por una luz, lo que lo ayuda a batir sus aletas y mover su cuerpo. Los científicos pueden controlar al pez usando la luz para evitar que se estrelle contra otros peces o barcos.

Fuente: Noticias Ambientales

Deja tu comentario