Las pasadas elecciones presidenciales brasileñas dieron como ganador a Jair Bolsonaro, representante de la ultra derecha, quien ya ha realizado anuncios relacionados al ambiente que generan preocupación en diversos sectores. La unificación del ministerio de agricultura y medioambiente es una de ellas.
El triunfo de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil ha impactado fuertemente en la opinión pública y reconfigura radicalmente el panorama político de la región. El controversial líder de ultra derecha, cuya postura frente a diferentes aspectos sociales genera repudio entre los sectores populares y líderes políticos progresistas, abarcan un amplio espectro que va desde cuestiones de identidad sexual y machismo, hasta persecución política a disidentes de la ideología del presidente electo. Pero la preocupación por las medidas que puede tomar Bolsonaro no se restringen a la vida social, política y económica del país, si no que también se ha extendido al plano ambiental, debido a los anuncios recientes del futuro jefe de gabinete de Bolsonaro, Onyx Lorenzoni, que dijo que el nuevo gobierno creará un “súper ministerio” en el que se fusionaran el ministerio de agricultura y el de medioambiente.
La primera manifestación de repudio a esta iniciativa proviene de la actual ministra de medio ambiente, Marina Silva, quien calificó de “trágica” a la noticia y manifestó que “esta decisión dañará seriamente a Brasil y dará la idea a los compradores en el extranjero que el negocio agrícola brasileño sobrevive gracias a la destrucción de la selva“.
La selva del Amazonas es uno de los reservorios de biodiversidad más importantes del mundo, al mismo tiempo que alberga comunidades de pueblos originarios que, en muchos casos, mantienen un mínimo o nulo contacto con la civilización moderna. Este amplio y valioso territorio se encuentra cada vez más amenazado por el avance de la frontera agropecuaria y de las explotaciones forestales. Brasil es un país donde la pérdida de bosques ha sido considerable, llegando a ser de un 80% en algunos sectores del país.
La preocupación por la medida anunciada radica en la cercanía de Bolsonaro con los sectores agrarios de su país, y muchos de sus empresarios son partidarios que lo han acompañado en su campaña. Al mismo tiempo, el presidente electo no se destaca por sus ideas ambientalistas, muy por el contrario ha sugerido anteriormente que Brasil podría salir del Acuerdo del Clima de París firmado en 2015, por considerar que sus requisitos comprometen la soberanía de Brasil sobre el Amazona, aunque previo a su elección desestimó la idea, pero sugirió cambios en ese sentido.
En enero próximo Bolsonaro tomará posesión de la presidencia. Habrá que esperar y estar atentos a las decisiones que se tomen y al impacto que estas puedan tener en el ambiente de toda la región, ya que la naturaleza no conoce de fronteras políticas.
Abel Sberna

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