En este sentido, Francisco Gallardo, quien lideró la investigación, advierte: “Hay que hacer una estrategia inteligente para que el lugar quede fuera de las áreas de impacto”. Fue casi por casualidad.

Hace dos meses, el docente del nuevo Programa de Arqueología e investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) de la Universidad Católica, Francisco Gallardo, junto con un grupo de especialistas, dio con un sitio de arte rupestre inédito en la zona sur de Tierra del Fuego.

De inmediato, el hallazgo despertó la curiosidad de los expertos, quienes durante décadas creyeron que en este lugar no existió una actividad de estas características. “Hasta hace muy poco la idea generalizada era que al sur del Estrecho de Magallanes no había arte rupestre. Esa era una idea muy afincada y ha sido muy afirmada durante muchísimos años. De hecho, yo aprendí eso en la Universidad cuando era alumno. Pero esto comenzó a cambiar hace unos años porque se conocieron dos hallazgos y ahora, se suma lo que nosotros reportamos”, comenta Francisco Gallardo.

Esta exploración surgió a raíz de una asesoría que solicitó el Ministerio de Obras Públicas (MOP) producto de un nuevo camino que se construirá para dar conectividad a Puerto Williams.

Frente a ello, Francisco Gallardo advierte que este sitio arqueológico requerirá cuidados especiales, sobre todo, por la cantidad de personas que deberán transitar por el lugar.

Por ello, durante las próximas semanas el grupo liderado por Gallardo deberá informar al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) sobre el descubrimiento. “El sitio de arte rupestre no está dentro del camino que se pretende construir, pero está en el ámbito de circulación que se va a producir, porque el camino va a ser muy usado. Entonces, estamos estudiando qué medidas se podrían tomar para poder resguardar este sitio. Es un tema complejo. Hay que hacer una estrategia inteligente para que el lugar quede fuera de las áreas de impacto”, señala el investigador.

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