El satélite Saocom 1B, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), fue puesto en órbita el 30 de agosto de 2020 y al cumplirse hoy tres años de ese hito espacial argentino sigue generando beneficios, en esta oportunidad como herramienta para la detección de fugas en redes de agua potable en cinco provincias de la ‘pampa húmeda’, informaron desde ese organismo.
De acuerdo a la publicación en el sitio web oficial de la Conae, el satélite Saocom 1 fue lanzado en 2018 y posteriormente, el 30 de agosto de 2020, el Saocom 1B, y que ambos siguen aportando novedades para su aprovechamiento.
En ese sentido, Álvaro Soldano, subgerente de Aplicaciones y Productos de Observación de la Tierra de la Conae actualmente se está trabajando en base a los mapas de humedad de suelos de cinco provincias de la pampa húmeda de Argentina que, según dijo, beneficiará a la “gestión del agua en las ciudad y de la producción agropecuaria”.
Al respecto especificó que la Conae está trabajando junto a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la nación para calcular la superficie del país donde se produce agricultura bajo riego, con el objetivo de “mejorar las estadísticas y estimar con mayor precisión las producciones de granos en cada campaña”.
Y añadió que “otro producto novedoso es que sirve para la detección de fugas en redes de agua potable”, y que sobre esa temática se firmó un convenio con la empresa Aguas Cordobesas para detectar fugas sobre un área de 4.848 kilómetros de redes para la captación, potabilización y distribución de agua potable.
“Es la primera vez que esta firma utiliza información satelital radar para llevar a cabo este tipo de trabajos, y los resultados son alentadores”, destacó Soldano.
Los satélites Saocom 1 tienen gran penetración en el suelo por su longitud de onda, además cuentan con una gran sensibilidad para detectar humedad y dónde se ubican las fugas, y que lo hace mediante el radar SAR, junto con modelos de inteligencia artificial.
“Es una herramienta valiosa para las empresas que están a cargo de la distribución del agua, porque ayuda a reparar las pérdidas antes de que sean visibles en superficie y que generen mayores afectaciones en los usuarios”, resaltó el funcionario.
A nivel mundial, se estima que existen pérdidas de alrededor de 30% en las redes por donde circula el agua potable. A partir de los datos que arrojen los satélites se ofrecerá la información a las empresas responsables de la distribución del agua, para que puedan hacer las “reparaciones rápidamente, y así evitar mayores desperdicios del vital recurso”.
Por su parte, el directivo de Aguas Cordobesas, Alberto Córdoba, resaltó que “actualmente ya obtuvimos algunos resultados concretos de coincidencias entre las fugas y los puntos georreferenciados que nos envían desde la Conae”.
Agregó que el convenio alcanzado comprende a los sectores público y privado, y que se está trabajando con un equipo interdisciplinario de profesionales que, en el caso de Aguas Cordobesas, incluye a las áreas de Sistemas de Información Geográfica (GIS), Distribución y Contractual, entre otros.
“La información satelital busca generar una herramienta que permita adelantarnos y encontrar las fugas con mayor anticipación, para optimizar el uso del agua potabilizada y evitar el desperdicio por las fugas no visibles en las redes”, explicó Córdoba y consideró que el producto podría ser replicable en otras empresas.
La publicación de la Conae añade que también se desarrolló un nuevo producto para el sector agropecuario, útil para la toma de decisiones de manejo en los principales cultivos extensivos pampeanos, que permite observar la evolución de la humedad en el perfil del suelo a distintas profundidades para cada tipo de suelo de la región, con información de los Mapas de Humedad generados con los satélites.