El 17 de agosto de 1850, hace 170 años, Don José de San Martín, el hijo dilecto de América y héroe máximo de los argentinos, falleció en su casa de Boulogne-sur-Mer.

El 17 de agosto de 1850, muere el General Don José de San Martín. Ese día, a las dos de la tarde, los dolores estomacales que hacía tiempo venía soportando recrudecieron su violencia y comenzó a sentir un frío glacial en sus extremidades. Lo acostaron en la cama de su hija y le susurró a la joven que estaba presenciando la fatiga de la muerte. Luego dijo a su yerno: ¨Mariano…, a mi cuarto…¨. Esas fueron sus últimas palabras. Así el Libertador dejaba este mundo para hacerse inmortal.

Lo que sigue es la famosa arenga del Libertador para pelear por la Libertad, advirtiendo la inminente llegada de la expedición española, en julio de 1819:

Compañeros del Ejército de los Andes: Ya no queda duda de que una fuerte expedición española viene a atacarnos; sin duda alguna los gallegos creen que estamos cansados de pelear y que nuestros sables y bayonetas ya no cortan ni ensartan; vamos a desengañarlos. La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos. Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos han de faltar; cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con las bayetitas que nos trabajan nuestras mujeres y si no, andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada. La muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.

José de San Martín

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