El municipio ordenó el uso obligatorio de barbijos para los residentes que permanezcan en espacios públicos. Mientras tanto aumentan los controles, crecen los positivos y aparecen los “varados de la temporada”.

Desde este miércoles, el uso de barbijo o tapa boca es obligatorio también en El Calafate. A últimas horas del martes el gobierno local comunicó la decisión de obligar que todos los residentes usen esa protección mientras permanezcan en lugares de acceso público.

La determinación estuvo basada en la recomendación del Comité Asesor que integran profesionales médicos de la localidad, y del ministerio de Salud de Nación, según indicaron desde la municipalidad.

Por la mañana, el municipio comenzó a repartir barbijos en lugares de acceso público de la localidad.

La orden fue dada por decreto mientras la ciudad permanece en cuarentena, sin permitir el ingreso de personas.

Funcionarios explicaron que no se trata de una flexibilización de la cuarentena, todo lo contrario, es un refuerzo para evitar la propagación entre los locales, quienes deben continuar quedándose en su casa.

La medida ahora es otro de los aspectos que controlan la policía provincial y fuerzas nacionales que se esparcen por diferentes zonas de la ciudad, montando puestos de controles móviles.

La constatación que realizan las fuerzas es para que la gente no transite las calles sin tener necesidad, lo que llevó al secuestro de 10 vehículos hasta el momento.

Otras medidas

Otra de las medidas tomadas es una rectificación al permiso para que abran al público las ferreterías. Inicialmente se había dado el horario de 10 a 17 horas, pero días después se modificó que sea de 10 a 14 horas, y con limitaciones de los productos que se pueden vender.

Situación

Por lo demás, El Calafate permanece paralizada. Cada vez son más las familias que piden asistencia municipal para recibir alimentos.

También comienza a sumarse la situación de los “varados de la temporada”, personas de otras localidades y provincias que habían llegado a El Calafate solo para la trabajar la temporada turística.

“Terminé mi temporada y me vine a la ciudad para el otro día tomar un colectivo y volver a mi localidad, pero ya no pude hacerlo por la cuarentena”, comentó Rosa, ayudante de cocina del paraje La Leona, que se ubica sobre la Ruta Nacional 40, quien vive en Puerto San Julián, donde no puede volver. Por ahora permanece en la casa de una familia conocida.

En estas horas la localidad tiene 27 casos positivos, entre turistas y locales, entre ellos varios médicos, del hospital local.

Hay 11 pacientes internados y otras 11 personas son caratulados como “sospechosos”, esperando resultados de los análisis que comenzaron a realizarse en el hospital de la ciudad.

Sergio Villegas

Seguí leyendo El Rompehielos: Donación de 1000 kits determinantes para el Covid-19

Deja tu comentario