Cuando el hombre se despoja del cuerpo etéreo, vive retrospectivamente su vida. Recorre todas sus experiencias, pero de un modo nuevo.
Supongamos que un hombre muere a los setenta años, vive retrospectivamente hasta los cuarenta, cuando abofeteó a otro en la cara; siente el dolor que el otro sufrió. A los treinta, le ha sacado la mujer a un amigo; cuando llega a esa etapa, se siente engañado por esa mujer.
de Rudolf STEINER, Las manifestaciones del karma, III (1921).
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