Hecho esto, previsto en mi inteligencia cada detalle, el cuadro ya existe, ya está pintado, aunque no haya tomado un pincel en mis manos, ni me haya manchado la nariz con pintura. De hecho, yo propongo la abolición de todos los medios materiales. Elimino la más penosa de las etapas de la creación artística: la ejecución material. Reduzco el arte a la mera, a la lúcida, a la límpida concepción. Si experimento algún deseo de comunicarla, la expreso en símbolos. Y con estos símbolos cualquier artesano hábil podrá trasladar, si lo desea, el cuadro al plano material, podrá reproducirlo, es decir ¨interpretarlo¨. Habrá virtuosos de la interpretación, como hay grandes pianistas. Pero cualquier artista verdadero lo verá, con sólo leer mi lista de símbolos matemáticos, así como un músico no necesita oír una sinfonía para gustar de ella: le basta con leer la partitura.
fragmento del cuento VARIACIONES EN ROJO de Rodolfo WALSH, 1953.