En el barrio de Saavedra, bajo el hospital del Cemic, hay un centro de experimentación con 66 monos caí y 8 monos macacos que fueron usados para investigaciones científicas hasta 2021.
Ahora, el bioterio donde están enjaulados está cerrado y se busca reubicarlos en un lugar más adecuado para su bienestar.
El bioterio se inauguró en 1983 con el apoyo de la OMS, como parte del Cirhe, un centro dedicado a estudiar la reproducción humana y animal.
El Conicet también usó las instalaciones para algunas investigaciones. Teresa Manzur, la responsable del lugar, dice que desde 2021 no se ha hecho ningún experimento con los monos.
¿Cuál podría ser el destino de los monos?
Una de las opciones para trasladarlos es el Proyecto Carayá, un santuario en Córdoba que ya acogió a 15 monos caí rescatados de un centro de experimentación en Corrientes en 2009.
Alejandra Juárez, la directora del santuario, cuenta que los monos llegaron en malas condiciones y que tuvieron que adaptarse gradualmente a su nuevo entorno. Ahora, viven libres y felices en la naturaleza.
Juárez dice que los monos del Cemic también podrían mejorar su vida si se los lleva al aire libre, aunque necesitarían un período de adaptación. Sin embargo, el traslado aún no se ha concretado y los monos siguen esperando en el subsuelo.
¿Por qué se demora el traslado?
Sin embargo, el traslado se demora por varios motivos. Teresa Manzur, la responsable del bioterio, dice que tiene miedo de que los monos mueran por la anestesia o el estrés del viaje, ya que algunos son muy viejos y nunca salieron de ese lugar. Además, la pandemia y los virus dificultaron el proceso.
Proyecto Carayá es una organización sin fines de lucro que se dedica desde hace más de 30 años a acoger a primates víctimas del mascotismo, el tráfico o la investigación.
Juárez dice que solo pidió al Cemic que se hiciera cargo de los refugios y la comida de los monos, y que propuso un seguimiento con una experta en primatología. Sin embargo, aún no recibió una respuesta definitiva.
Mientras tanto, los 74 monos esperan en el subsuelo, en condiciones precarias. Si se logra el traslado, el último bioterio de la Argentina habrá cerrado y la experimentación con primates en el país será parte de un pasado que la humanidad quiere dejar atrás.
Fuente: Noticias Ambientales