El cine argentino se multiplica por tres en Berlín: Santiago Loza, con Malambo: el hombre bueno; Sebastián Schjaer, con La omisión, y Martín Rodríguez, con Marilyn son los tres cineastas que presentarán sus largometrajes en la sección Panorama del Festival de Berlín, que comienza el 15 de febrero.

Loza es uno de los directores argentinos más prolíficos y tiene amplia experiencia en festivales internacionales de prestigio.

Basta recordar que La invención de la carne integró la Selección Oficial del Festival de Locarno 2009; Los labios, co-dirigida con Iván Fund, formó parte de la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2010, y que presentó La paz en el Forum de la Berlinale 2013, el mismo festival que ahora lo vuelve a recibir con la historia de un bailarín de malambo.

Tanto Schjaer como Rodríguez debutan como realizadores de largometrajes.

Schjaer nació en Buenos Aires, en 1988. Se especializó como director en la Universidad del Cine (FUC), y trabajó como editor en films dirigidos por Matías Piñeiro, Martín Rejtman, Gastón Margolin y Martín Morgenfeld, entre otros.

También participó en festivales internacionales de prestigio como director de cortos: Mañana todas las cosas (2013) formó parte de la Cinéfondation del Festival de Cannes, mientras que El pasado roto integró la Quincena de los Realizadores de Cannes 2015. En tanto, Rodríguez nació en Buenos Aires, en 1979. Egresó del Centro de Investigación Cinematográfica (CIC) como realizador integral de Cine y TV. Se desempeñó como asistente de dirección en distintos documentales, como El fin del Potemkin, de Misael Bustos, entre otros.

También dirigió el cortometraje Las liebres, ganador del Concurso Historias Breves del Incaa. “La expectativa tiene que ver con que la película deja de existir en un entorno privado de casi cinco años y, de algún modo, cobra una vida propia. Empieza a ser susceptible a otras interpretaciones”, entiende Schjaer sobre la participación de su ópera prima, La omisión, en la Berlinale.

Para Rodríguez, la sensación es similar: “También estoy muy contento porque fue un proceso muy largo: empecé en 2010 con el tratamiento, así que poder estrenarla en Berlín es ideal y era lo que fantaseábamos en algún momento. Me intriga cuál va a ser la recepción que tendrá en un festival con una fuerte sensibilidad con lo queer y lo LGBT; es decir, cómo va a ser tomada”, señala Rodríguez sobre Marilyn. “Yo ya estuve en Berlín, en otra sección, el Forum, con La paz, y espero que la película tenga una proyección internacional. Hay que tener en cuenta que en festivales muy grandes algunas películas más frágiles se pierden más que otras. También es un poco azaroso, aunque está buenísimo arrancar por un festival así”, reconoce Loza.

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