Guardaparques provinciales de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático participaron del censo que realiza el Dr. Guy Morrison del Centro Nacional de Investigación de la Vida Salvaje y Ambiente de Canadá.
El mismo se realizó en la Reserva Provincial Costa Atlántica y forma parte de un estudio sobre la población del Playero Rojizo (Calidris canutus rufa). El estudio se realizó desde un avión que partió de la ciudad de Río Grande, con el experto canadiense y Guardaparques provinciales de la Dirección General de Áreas Protegidas y Biodiversidad.
Durante un vuelo de tres horas, se recorrió la Reserva Provincial Costa Atlántica, principalmente la zona de Bahía San Sebastián, sitio en el que habitualmente habita en esta época del año el Playero Rojizo (Calidris canutus rufa). El objetivo es conocer el tamaño de la población de esta ave playera migratoria, que cada año llega hasta Tierra del Fuego desde el hemisferio norte y que ha sido declarada especie en peligro de extinción crítica en el último informe de “Categorías de las Aves de Argentina” realizado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación y la organización Aves Argentinas.
Las observaciones se registraron directamente en video grabadoras digitales de mano y también se tomaron registros de las ubicaciones de las poblaciones con GPS, para luego ser analizadas.
Este trabajo conjunto entre Canadá y Argentina aporta información necesaria para apoyar las acciones de conservación más adecuadas que se necesitan para salvar a esta especie simbólica entre las aves migratorias del continente americano.
Sin estar terminado aún el informe final del censo 2018, es posible adelantar que no se han encontrado individuos de Playero Rojizo dentro de la Reserva Provincial Costa Atlántica, pero en cambio se observaron grandes bandadas de otras aves playeras migratorias como Becasas de Mar, Gaviotines, Ostreros, Playerito Rabadilla Blanca y Chorlitos Doble Collar, entre otros, en Bahía San Sebastián y Punta Páramo.
También se observaron aves playeras en la costa de la ciudad de Río Grande y en Punta Popper, pero fue escaso el número desde ese punto hasta el Cabo Auricosta.