Los océanos y grandes mares del planeta acumulan en la actualidad unos 170 billones de piezas de plástico, una cifra que equivale a unos 21.000 partículas contaminantes por cada una de las personas que habitamos la Tierra (8.000 millones).
La contaminación marina por plásticos suma aproximadamente 2,4 millones de toneladas, su presencia se ha acelerado en las últimas tres décadas y sigue creciendo, según expone uno de los estudios más exhaustivos que les han llevado a cabo hasta la fecha en esta materia, cuyos resultados han sido publicados (8 de marzo) en la revista PLoS One (del grupo Public Library of Science).
Las cifras que ahora se presentan se refieren al recuento de partículas y masa estimada de plásticos pequeños en la capa superficial de los océanos y grandes mares (se incluye el Mediterráneo), sin contar los residuos presenten en las capas profundas y el fondo marino.
El equipo autor del estudio, liderado por Markus Eriksen, cofundador e investigador de The 5 Gyres Institute, en Santa Mónica (California, Estados Unidos), ha revisado y actualizado los datos recogidos entre 1979 y 2019 en 11.777 estaciones de control flotantes distribuidas en diversos puntos de los océanos. A partir de estos registros, los autores han hecho una extrapolación para el conjunto del planeta, con los resultados promedio indicados al inicio.
Entre las conclusiones de esta revisión de la historia reciente de la contaminación marina, los firmantes exponen esta realidad preocupante: “No observamos una tendencia clara detectable [en el crecimiento de la presencia de plásticos flotantes en los océanos y grandes mares] hasta 1990; entre 1990 y 2005 se detecta una tendencia fluctuante pero estancada y a partir de 2005 se aprecia un rápido aumento“. Los datos analizados alcanzan hasta 2019 pero todo parece indicar que la contaminación sigue creciendo rápidamente.
Además de los datos, los autores resaltan la necesidad de hacer frente a este problema de contaminación del medio marino de forma urgente. De hecho, el titular del estudio científico así lo expone: “Un creciente smog plástico, ahora estimado en más de 170 billones de partículas de plástico flotando en los océanos del mundo: se requieren soluciones urgentes”
Marcus Eriksen, reitera esta misma idea en declaraciones difundidas por la Public Library of Science: “Hemos encontrado una tendencia alarmante de crecimiento exponencial de microplásticos en el océano global desde el inicio de este milenio, alcanzando más de 170 billones de partículas de plástico. Esta es una clara advertencia de que debemos actuar ahora a escala global. Necesitamos un Tratado Global de la ONU fuerte y legalmente vinculante sobre la contaminación plástica que detenga el problema en la fuente”.
Conocer el problema para actuar mejor
“Comprender la acumulación de plástico en los océanos hasta la fecha podría proporcionar una línea de base crítica para ayudar a abordar esta forma de contaminación”, señalan los autores en la primera parte del resumen de sus conclusiones.
Estudios anteriores se han centrado principalmente en los océanos del hemisferio norte cerca de las naciones más industrializadas del mundo, mientras que otros estudios han encontrado aumentos en el plástico del océano en períodos de tiempo más cortos.
En este estudio, Eriksen y sus colegas analizaron los datos de las estaciones situadas en seis regiones marinas: Atlántico norte, Atlántico sur, Pacífico norte, Pacífico sur, Índico y Mediterráneo.
Aunque estos resultados están sesgados hacia las tendencias en el Pacífico Norte y el Atlántico Norte, donde se recopiló la mayoría de los datos, Eriksen y los coautores sugieren que el rápido aumento desde 2005 refleja el crecimiento global de la producción de plástico o los cambios en la generación y gestión de desechos.
Sin cambios de política generalizados, los investigadores predicen que la tasa a la que los plásticos ingresan a nuestras aguas aumentará aproximadamente 2,6 veces para 2040. Para revertir esta tendencia, los autores piden una intervención política internacional legalmente vinculante para minimizar el daño ecológico, social y económico de la contaminación por plásticos.
Fuente: Noticias Ambientales