Un plástico compostable ampliamente utilizado persiste sin cambios en ambientes marinos durante al menos 14 meses. El estudio que lo ha comprobado, destaca la distinción entre los materiales textiles que pueden compostarse en un entorno industrial controlado y los que pueden sufrir biodegradación en entornos naturales (textiles a base de celulosa).

Lo compostable no siempre es biodegradable. La acumulación y persistencia de desechos plásticos a base de petróleo en el océano es uno de los principales problemas ecológicos que enfrenta la vida marina. Los artículos de plástico macroscópicos, como las botellas de agua desechadas, que ingresan al océano, pueden persistir durante décadas en su forma original.  Incluso cuando se rompen en pedazos microscópicos, llamados microplásticos, no se biodegradan, sino que siguen polucionando los océanos.

En los últimos años, se han desarrollado sustitutos para reemplazar los plásticos a base de petróleo, con la intención de reducir el uso de combustibles fósiles en la creación de productos plásticos. Y proporcionar un producto de desecho más benigno para el medio ambiente cuando el artículo se desecha, a través del compostaje.

Uno de los sustitutos más populares es el ácido poliláctico (PLA), un polímero de ácido láctico derivado de la fermentación de azúcares y almidones. El PLA se descompondrá nuevamente en ácido láctico a las altas temperaturas que se alcanzan en la compostación a gran escala. Sin embargo, no lo hace de manera confiable o rápida en condiciones más frías.

Experimentando en el mar

Para examinar el destino del PLA en un entorno marino natural, los autores eligieron muestras de dicho material, junto con otras con base en aceites, celulosa y una mezcla de las anteriores. Luego las colocaron en jaulas en la costa de La Jolla, en California. Las muestras se examinaron semanalmente en busca de evidencia de desintegración y se devolvieron al océano después de unas pocas horas.

Los autores encontraron que el material a base de celulosa se degradaba rápidamente, en menos de un mes. El análisis químico de laboratorio confirmó que la celulosa se había descompuesto en gran medida por procesos biológicos a través de la producción de CO2, no por el simple desgaste mecánico. Por el contrario, ni el plástico a base de aceite, la mezcla ni el PLA mostraron signos de degradación durante los 14 meses del experimento.

Lo compostable no siempre es biodegradable

“Nuestros resultados indican que la compostabilidad no implica degradación ambiental”, dijo Royer. “Referirse a los plásticos compostables como plásticos biodegradables es engañoso. Ya que puede transmitir la percepción de un material que se degrada en el medio ambiente. Los plásticos a base de PLA deben compostarse en instalaciones debidamente controladas para lograr su potencial como sustitutos de los plásticos a base de aceite”.

Los autores también agregan: “Este trabajo representa uno de los pocos estudios pioneros que abordan la comparabilidad entre la biodegradabilidad de diferentes tipos de materiales (materiales naturales a totalmente sintéticos y de base biológica) en condiciones ambientales naturales y en sistemas cerrados controlados”.

“Este estudio demuestra la necesidad de estandarizar las pruebas para ver si los materiales promocionados como compostables o biodegradables, como el PLA, realmente se biodegradan en un entorno natural. En este caso, los consumidores que están preocupados por la contaminación del plástico deben estar informados, para que puedan ser conscientes de los materiales que están comprando”. Lo compostable no siempre es biodegradable.

Fuente: Econoticias

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