La delegación argentina que viajará mañana para asistir en Nueva York a la 76´ asamblea general de la ONU aprovechará el micrófono abierto ante el concierto de naciones para reiterar los ejes de la política exterior e insistir en dos temas que cobran relevancia en el contexto actual: el esclarecimiento y castigo de los involucrados en los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, y la crisis que se vive en Venezuela.

En esta ocasión, la comitiva nacional no será conducida por el Presidente, que decidió permanecer en el país para no perder pisada a la campaña electoral.

La jefa de misión será la vicepresidenta Gabriela Michetti, escoltada por el canciller Jorge Faurie.

Según pudo saber El Cronista, el discurso que pronunciará la vicepresidenta contendrá “una referencia” a los atentados y una solicitud de “colaboración internacional” para el esclarecimiento y castigo de los involucrados en los hechos terroristas de 1992 y 1994. Resulta una incógnita si la “referencia” eludirá la mención de Irán, como sucedió con Macri en 2016, o si se endilgará la responsabilidad a la república islámica, tal como hizo en su reciente viaje al país el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.

El encuentro que Michetti tiene previsto con referentes judíos en Nueva York alienta la hipótesis de un claro pronunciamiento.

No será la única mención que toque los intereses iraníes: junto con la defensa del sistema multilateral de comercio, la agenda del G20, el proceso de integración regional y el reclamo por Malvinas, el Gobierno insistirá en el uso de la energía nuclear con fines pacíficos.

La semana en Nueva York también servirá para celebrar un segundo encuentro del Grupo de Lima, una plataforma de 12 cancilleres que buscan presionar al gobierno venezolano para que convoque a elecciones libres, restablezca el orden democrático vulnerado y se avenga a recibir ayuda humanitaria.

El grupo, que originalmente reunió a 17 países de América latina y el Caribe, tendrá una reunión preparatoria el domingo.

El miércoles, los emisarios de la Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú se encontrarán con Rex Tillerson, jefe del Departamento de Estado norteamericano, al que Caracas sindica como el verdadero cerebro de esta iniciativa.

De allí podría salir una posición unívoca de cara a la asamblea de Naciones Unidas.

Lo cierto es que cada país llevará su menú de alternativas, que en el caso de Washington incluye las sanciones económicas.

En el plano bilateral, Michetti tendrá la oportunidad de saludar al presidente estadounidense, Donald Trump, que ofrecerá el lunes una cena para mandatarios latinoamericanos, y cruzar palabras con la premier británica, Theresa May, en un panel sobre el trabajo esclavo.

También dialogará con la reina Máxima y el premier de los Países Bajos, Mark Rutte, y con autoridades de los Emiratos Árabes Unidos, entre otros países.

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