El Bestiario fueguino de Omar Hirsig es una colección de monstruos de mitologías ancestrales y leyendas rurales, hechos de noches, sangre y misterio. Desde tiempos antiguos, Tierra del Fuego ha sido un archipiélago fértil para la fantasía, las pesadillas y la creación de criaturas. Las ilustraciones de Hirsig nos permiten ver a estos monstruos y escuchar las historias de las almas que se han comido. Seres gigantescos con el cuerpo hecho de piedra; serpientes marinas que irritan a los perros; duendes protectores que curan con hierbas y magia; entidades hechas de niebla que vienen a cobrar viejas venganzas; remolinos que arrastran canoas hasta la oscuridad más profunda; bestias horrendas, portadoras de virtudes y perversiones, que por ser demasiado humanas terminan siendo tan horrendas.
KHASKEL
Cuando tiembla el suelo y los arboles comienzan a quebrase es porque se acerca Khaskel, el gigante devorador de hombres. Vive oculto cerca de un río, entre cadáveres putrefactos y restos de huesos, junto a su siniestro perro guardián. En los días de intensas lluvias, suele cubrirse con una capa hecha de piel humana y de su enorme cuello cuelga un collar con calaveras de mujeres que murieron embarazadas.
XALPEN
Como una especie de ballena, como un gusano gordo y gigante, se arrastra por el suelo la temible diosa del inframundo. Erguida puede llegar a medir cinco metros de altura. Tiene una uña gigante que usa para atravesar el corazón de los hombres. Cuando ruge hace crecer las llamas de las fogatas y las mujeres deben juntar carne para alimentarla.
KHAMY
Serpiente marina que habita escondida en el lago Fagnano desde tiempos prehistóricos. Los lugareños nunca la vieron fuera del agua, aunque la culpan de asustar a los perros y de enloquecer a los caballos. Jamás atacó a ningún ser humano ya que solo se alimenta de peces, algas y, ocasionalmente, de aves marinas.
OLUM
Tímido duende que habita los bosques fueguinos. Su pequeña estatura lo hace casi imperceptible para los humanos. Le gusta ayudar a los animales que se encuentran heridos, curándolos con hierbas, brebajes y algo de magia. Suele viajar arriba de un zorro o de un ave si necesita transportarse a largas distancias.
GIGANTE DE PIEDRA
Enorme criatura que habita las costas del Onashaga. Está cubierto de piedras y su interior es de roja carne. Ataca a las embarcaciones, arranca árboles, asesina a los hombres y rapta a las mujeres. Al desprenderse una roca de su cuerpo se forma un nuevo ser de piedra. Puede nadar a gran velocidad y le tiene un miedo mortal al fuego.
CHALPE
Pálida como la nieve. Juró vengarse de todos los hombres por haber desterrado de Karukinká a su madre, la luna, hace miles de años. Puede recorrer extensos territorios a gran velocidad, transformada en un manto de niebla. Le gusta asustar a los niños por la noche y su principal alimento es la carne humana.
LAKOOMA
Demonio del agua que habita en los laberínticos canales fueguinos. Suele aparecer en un pequeño remolino marino, provocando daño a las embarcaciones y arrastrando a sus ocupantes a las sombrías profundidades. Aunque no suele mostrarse mucho, en días de intensa lluvia descansa relajadamente en los islotes.
CAMINANTES NOCTURNOS
Son los espíritus de los náufragos de las costas fueguinas. Suelen complicar a los barcos por la fuerte luz que irradian, confundiéndolos con faros o pueblos donde desembarcar. No son agresivos, ya que no saben que están muertos y solo aparecen una vez en el año… en la misma fecha que naufragó su embarcación.
BRUJOS
Cuando el mar esta bravo y la luna llena, los marineros malditos del Caleuche bajan a tierra firme para divertirse y cobrar favores. Ofrecen oro, pisco y exóticos peces para ayudar a comerciante en desgracia. También se meten en las habitaciones de las jóvenes para satisfacer sus fantasías más profundas. De ese encuentro saldrán monstruos. Por la mañana, el pueblo entero se despierta con resaca.
Estas ilustraciones fueron publicadas en agosto y septiembre de este año, en las redes sociales de EL ROMPEHIELOS.
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