En el día de ayer, martes 22 de septiembre, el asesino de John Lennon, Mark Chapman, se lamentó por el crimen cometido contra unos de los músicos más influyentes de la historia, en una grabación en la cual solicitaba la libertad condicional.
Sus declaraciones más resonantes fueron las siguientes:
- “Lo asesiné porque era muy, muy famoso, y esa es la única razón por la que yo estaba buscando mucho, mucho la gloria para mí“.
- “No lo maté por su personalidad o por el tipo de hombre que era. Era un hombre familiar. Y un icono. Era alguien que hablaba de las cosas de las que ahora hablamos y eso es magnífico”.
- “Fui muy egoísta. Quiero añadir eso y enfatizarlo profundamente. Fue un acto extremadamente egoísta. Lo siento mucho por el dolor que le causé a ella, pienso en ello constantemente”.
Chapman a través de los años.
Finalmente, la solicitud le fue denegada por undécima vez. Las autoridades consideraron que, de serle concedida la libertad condicional, “sería incompatible con el bienestar de la sociedad“.
En 2015 la artista japonesa, Yoko Ono, le había comentado al medio The Daily Beast que sentía miedo de que lo liberaran de la prisión: “podría hacerlo de nuevo. Podría ser yo, podría ser Sean -el hijo que tiene en común con John-, podría ser cualquiera, así que existe esa preocupación”, resaltó.
EL ASESINATO
El 8 de diciembre de 1980, el autor de Imagine, quien hacía dos meses había cumplido 40 años, estaba en su departamento del edificio Dakota, Nueva York, en una sesión fotográfica para la revista Rolling Stone junto a su esposa, Yoko Ono.
La fotógrafa Annie Leibovitz, encargada de esta tarea, declaró tiempo después que ella quiso obtener una foto individual de John, pero que tras la insistencia del mismo, las fotos capturadas fueron de los dos.
John y Yoko. De fondo, el edificio Dakota.
Luego de ésto, Ono y Lennon abandonaron su departamento para dirigirse al Record Plant Studio, para mezclar juntos la pista Walking On Thin Ice, que contaba con John en la guitarra principal.
A la vuelta del estudio, alrededor de las 17hs., mientras la pareja caminaba hacia su limusina, fueron rodeados por varias personas que buscaban autógrafos. Esto era habitual y los fans solían tener éxito. El problema, esta vez, fue que entre ellas se encontraba Chapman, quien estaba a punto de ganarse una página en el libro negro de la historia de la música.
Mark, quien en ese entonces era un joven de 25 años, se acercó a John Lennon y Yoko Ono mientras ingresaban a su departamento y gritó “Hey John!”. Acto seguido, le disparó al músico cinco veces con su pistola calibre 38, poniéndole fin a la vida de la estrella.
Tras el asesinato, Chapman dejó que lo detuvieran, se declaró culpable y fue sentenciado a cadena perpetua.
Hoy por hoy, el autor del crimen, se encuentra en el Centro Correccional Wende en Nueva York desde hace 8 años y tiene 65 años.