Por FM La Isla, Hellemeyer se hizo cargo de las notas enviadas a los trabajadores metalúrgicos por parte de las empresas que, “si bien fue una comunicación de los empleadores a los empleados, tuvo un grado de debate y de consenso dentro de la Cámara, respecto del mensaje final que contenía la carta”, dijo.

No fue así con “la segunda carta a los proveedores, que es de una empresa y no tiene detrás ningún tipo de consenso por parte de AFARTE o del conjunto de las empresas”, manifestó.

Remarcó que “no fue fruto de una acción consensuada, como sí lo fue la otra que las empresas enviaron a sus empleados”, y sostuvo que “es una acción puntual de una compañía”, aunque sin descartar que “pueda estar siendo replicada por otras. No tiene detrás ningún tipo de coordinación”, dijo en representación de AFARTE.

La posición respecto del congelamiento no ha cambiado y Hellemeyer dejó en claro que, si bien comienzan las discusiones paritarias entre abril y mayo con el gremio metalúrgico, “este año va a ser una excepción porque tenemos vigente un acuerdo que suspende la negociación, más allá del desconocimiento de la regional de Río Grande”. Resta “un remanente en marzo” acordado en la paritaria de 2017 y “cuando concluye el acuerdo, esa tabla salarial queda congelada por dos años”, sentenció.

En cuanto al desconocimiento del acuerdo de parte de la UOM Río Grande, planteó que fue un convenio que “ellos mismos” suscribieron, y tras “algún tipo de acto de esquizofrenia colectiva no se puede decir es que no está homologado, porque el convenio está homologado por el Ministerio de Trabajo y está firmado por ellos”, expresó. Asimismo, expuso la incertidumbre del sector empresario respecto del régimen industrial, y la situación de “tensión” que se mantiene con el gobierno nacional.

Si bien desde la provincia el mensaje constante es que seguirá adelante la promoción fueguina, Hellemeyer manifestó que “lo que ocurrió en 2016 en informática es claro, y la realidad es que alrededor de la industria electrónica de Tierra del Fuego todavía no tenemos un panorama claro de lo que ocurre con el subrégimen industrial más allá del 31 de diciembre de 2023. Hay incertidumbre”, planteó.

 

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