La argentina Alika Kinan, quien ganó el juicio a sus explotadores por trata de personas, integra la lista de siete mujeres destacadas por el diccionario estadounidense Merriam-Webster.
Kinan, que en el 2017 fue premiada en Estados Unidos por su activismo contra la trata de personas, integra el listado junto a Malebogo Malefhe, de Botswana, una sobreviviente del abuso doméstico que lucha contra la violencia de género o Eqbal Dauqan, de Yemenuna, una mujer refugiada que no dejó que la guerra termine con su deseo de ser científica.
Merriam-Webster introduce a Kinan como la mujer que enjuicio a sus captores: “Cuando Kinan era una adolescente en Argentina, una mujer le ofreció comprarle un pasaje aéreo. Kinan pensó que se dirigía a una gran aventura. Sin embargo, fue víctima de tráfico de mujeres, le sacaron sus documentos y fue a parar a un burdel, donde debía tener sexo con 15 a 30 hombres por día. Luego de 20 años fue rescatada. Se convirtió en la primer mujer argentina en demandar a sus tratantes y al Estado, ganando en el juicio alrededor de $50.000. Sus años de activismo contra el tráfico de personas la llevaron al Departamento de Estado de EE.UU en junio, donde Kinan fue una de las ocho activistas distinguidas en la presentación del ‘Reporte de tráfico de personas del 2017’”.
En este marco, la reconocida publicación eligió “feminismo” como palabra del año, tras haber recibido un 70% más de consultas en su edición online que en años anteriores.
Desde la editorial, que publica diccionarios desde 1828, aseguran que los picos de búsquedas están directamente relacionados con noticias y eventos abanderados por mujeres. El primero al que aluden ocurrió el 21 de enero, cuando Washington acogió la Marcha de las Mujeres, que estuvo acompañada de manifestaciones similares en todo el mundo. A finales de febrero, “feminismo” volvió a estar entre las principales búsquedas tras las polémicas declaraciones que Kellyanne Conway, quien fue jefa de campaña de Donald Trump, hizo acerca de la definición en sí. Conway matizó que no se consideraba feminista “en el sentido clásico” y entonces surgió la pregunta: ¿qué es ser feminista?.
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